-"𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐚́ 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚́𝐬 𝐦𝐢 𝐒𝐨𝐥 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐯𝐞𝐳𝐞𝐥𝐚"
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Kallan de Novak era el legítimo heredero del Imperio de Svetloba, debido a esto a sus 7 años...
Bavilo empezó a abrir los ojos lentamente mientras se despertaba
– ¿Donde estoy? – pensó aún estando algo adormilado hasta que sintió la suave seda de las sabanas y se dio cuenta de que estaba acostado en su cama – ¿Que hora es? – se sentó en la cama estaba inverso en sus preguntas, como por ejemplo – ¿Como y cuando llegué a mi habitación? Lo ultimo que recuerdo de la noche anterior era que se había escapado del banquete con Kallan y le mostre mi jardín secreto pero... El resto es borroso –
Siguió navegando en sus pensamientos hasta que escucho como la puerta se abría llamando toda su atención
– ~¡Buenos días, principe!~ – Adrián lo saludo mientras entraba al cuarto con una bandeja que dejó en la mesa – ¿Que tal ha dormido? –
– B-bien, gracias por preguntar – contesto aún un poco confundido
– Me alegro de escuchar eso, su alteza – le mostró una brillante sonrisa – Ya mismo preparare la bañera para que pueda empezar con sus labores – estaba por retirarse hasta que el principe le hablo
– Oye Adrián – llamó la atención de su sirviente – ¿Como llegue a mi habitación anoche? Es que... no recuerdo nada –
– Lo trajo el principe Kallan –
– Oh ¿En serio? – se notaba que estaba un poco avergonzado
– Si, lo trago cargado mientras usted dormia en sus brazos. Parece que tomó demasiado – respondió con una sonrisa inocente hasta que vio mejor la cara del príncipe
– ¿Que-? – dijo incrédulo con su rostro de sorpresa rojo y con una sonrisa tonta
– ¿Se encuentra bien, su alteza? – pregunto algo preocupado acercándose al peli plateado
– S-si, si, estoy bien – paso su mano por su cabeza con la cara aún roja – Solo... Ve a preparar la bañera, por favor –
El de ojos dorados simplemente asintió y obedeció su orden rápidamente. Bavilo se quedó quieto en la cama con un sonrojo y una expresión de vergüenza en su rostro
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El primer príncipe de Svetloba estaba durmiendo en el que muy amablemente la familia Secramice le había ofrecido para quedarse durante su estancia en Arbezela
Empezó a abrir los ojos cuando sintió la luz de la ventana chocando con su cara, después de un momento se sentó en la cama aún adormilado y babeando, parecía un zombie
– Hmm hug – soltó un quejido mientras se estiraba, de repente un recuerdo de la noche anterior llegó a su cabeza
– “Kallan” – recuerda exactamente cuando el rostro de Bavilo y el suyo estaban a solo un par de centímetros de distancia
