-"𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐚́ 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚́𝐬 𝐦𝐢 𝐒𝐨𝐥 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐯𝐞𝐳𝐞𝐥𝐚"
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Kallan de Novak era el legítimo heredero del Imperio de Svetloba, debido a esto a sus 7 años...
Ya era de mañana y el primer principe de Arbezela ya había despertado y se estaba alistando para pasar el día, paso sus mechones plateados por atrás de la cabeza
Gracias a eso se notaba más la herida que su madre le hizo en la frente ayer al lanzarle la botella de vino. No se preocupó mucho, solo hizo unos movimientos para hacer un hechizo de ilusión que desapareció la cicatriz de la vista
Desde niño fue un experto en la magia de iluminaciones para tapar las heridas que le hacia su madre pero, por supuesto, no se lo había dicho a su familia ya que en el mundo de la magia las ilustraciones son el más bajo tipo de hechizos
Revelarlo sería darle a su madre otra razón para criticarlo y a Ariana otra razón para burlarse de el
Pego un suspiro para desviarse de sus pensamientos y giro la cabeza a mirar a su sirviente peli dorado que estuvo parado ahí por un rato
– Buenos días, su alteza – Adrián lo saludo con una radiante sonrisa – ¿Como durmió? –
– Muy bien, gracias por preguntar – le devolvió el saludo con una suave sonrisa que enterneció el corazón del oji dorado
– ¿Todo salió como quería en la cena de anoche? – se acercó un poco más al príncipe
– Si, todo salió perfecto – ante lo que dijo su sirviente no pudo evitar rodar los ojos por lo que pasó la noche anterior – Logre que te aceptaran a ti y a tu hermana legalmente en el Imperio, y también que Ariana sea la Creyente de Luz – cuando noto la preocupación del contrario intentó tranquilizarlo – Tranquilo, no tienes que preocuparte por mi herida, estoy bien –
– ¿Esta seguro, principe? – pregunto aún algo intranquilo – ¿La princesa Ariana de verdad le parece una buena opción? –
– Si, estoy seguro – respondió con mucha seguridad para después volver a mirarse en el espejo – Lo que sí parece estar mal hoy es mi cabello – dijo mientras pasaba su mano por su pelo
– ¡No se preocupe, principe! ¡Yo puedo ayudarlo! – Adrián saco de repente unas tijeras y un peine – Dejeme ayudarlo con su peinado –
Bavilo se quedó algo perplejo por un instante ante su optimismo, a pesar de que ya tenía un amigo, no se acostumbraba totalmente al hecho de que lo trataran bien pero aún así sonrió alegre
– Muchas gracias –
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Bavilo estaba caminando por los pasillos del palacio mostrando su nuevo corte, debía admitir que Adrian si que hizo un muy buen trabajo en arreglar su cabello
Dejó de pensar en su pelo por un momento al recordar que hoy era el nombramiento de Ariana como la Creyente de Luz, y por supuesto ni el ni su madre eran bienvenidos ahí. Aun que de todas maneras su presencia no era solicitada
