-"𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐚́ 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚́𝐬 𝐦𝐢 𝐒𝐨𝐥 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐯𝐞𝐳𝐞𝐥𝐚"
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Kallan de Novak era el legítimo heredero del Imperio de Svetloba, debido a esto a sus 7 años...
En el Imperio de Svetloba el primer principe se encontraba sentado en frente del escritorio de su hermana menor, arreglando todo para su viaje a Arbezela
– ¿Todo esta listo para tu viaje? – pregunto la pelirroja mientras miraba sus papeles
– Sip, todo está perfecto – contesto feliz el oji verde – No puedo esperar para ver a Bavilo –
– Pronto podrás ver a tu novio – Verá río al ver la expresión enojada y avergonzada de su hermana
– Cuantas veces tengo que decirles que Bavilo no es mi novio – bufo ofendido
– Como sea, solo te recuerdo que no me aveguences cuando estés solo –
– ¿Por quien me tomas? – Kallan se levantó y tomó su abrigo que estaba colgado en la silla – Soy el principe de Svetloba – ondeó su arribo de una manera llamativa – ~Adiós hermanita~ – se despidió mientras cruzaba la puerta
– Te tomó por lo que eres, un idiota – se dijo a si misma mirando como se iba
En Arbezela:
Bavilo recién se había despertado y se estaba arreglando cuando entró su sirviente persona
– ¡Buenos días, su alteza! – el peli dorado entró de manera alegre – Llegó algo de correspondencia para usted – le extendió unos sobres
– Muchas gracias, Adrián – tomó los papeles amablemente
– La mayoría no son tan destacables pero lo más importante es que tiene una petición para ir a ver a Sirius Etel Pollarius – tan pronto como dijo eso captó toda la atención del peli plateado
– ¡Eso si que importante! ¡Prepara uno de mis trajes más finos para ir a la iglesia! –
– ¡Si, principe! – el más joven obedeció la orden con rapides
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En la iglesia más prestigiosa del Imperio de Arbezela se encontraba rezando Sirius Etel Pollarius, sucesor de la Primera Estrella del Templo Astral, heredero único de Alexandro, la tercera estrella de los Tres Sumos Sacerdotes
Detuvo sus plegarias cuando escucho que alguien golpeaba la puerta
– Puede pasar – el peli celeste se levantó cuando vio que quien entraba era el primer principe de Arbezela junto con su sirviente
– Joven Sirius Etel Pollarius, es un honor estar en su presencia – los dos presentes hicieron una reverencia
Sirius se volteo a verlos en silencio con su cara algo cubierta por la capa de su túnica
– Principe Bavilo ¿Me permitiría hablar un poco más informal con usted? – pregunto muy tranquilo el de ojos azules
