No quiero saber...no aún.

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Cuando llegaron al destino del pelinegro, observó como miraba de manera persistente la puerta de salida, con una sonrisa le dejo salir del asiento a su lado. Él lo observó y se levantó sin quitar la mirada, dio una pequeña venia y sosteniendo sus cosas se dirigió a la puerta.

"Nos vemos" dijo, sin embargo no pudo responder. Pues éste ya estaba salido del bus.

Y Norman lo dejó ir, siguiéndolo con la mirada a pesar de tener que controlar las inmensas ganas de tomar su mano y acompañarlo, pero eso...seria en otro momento. No quería ostigar más al omega, debía esperar por él. Pues como dicen la paciencia es una virtud.

Llegando al suyo, bajo del bus. De su bolsillo sacó el celular para ver la hora. Aún estaba a tiempo de llegar.
Caminó unas cuantas calles más y llegando al portón de su casa saludó al guardia que vigilaba. Sentía mucha estima por ese hombre, era beta y un hombre de avanzada edad que a pesar de todo tenía un aspecto limpio, fuerte y perseverante. Desde hace mucho cuida y protege la residencia, pero a pesar de decirle que en cualquier momento puede retirarse y descansar, el hombre no lo deseaba pues, según sus palabras, quería quedarse en donde estaba, hasta su último respiro.

— Tenga buenas noches, que descanse bien. — Se despidió.

— Igualmente Joven Señor. Que la noche sea próspera.

Asintió y apartando la mirada pudo observar a lo lejos que alguien lo esperaba en la puerta y no pudo evitar reír. Con lentitud pero altivo se acercó a esta, quien lo miraba de arriba hacia abajo con ambos brazos cruzados.

— Hueles a él.

— Es un encanto, ¿verdad?. — Sonrió.

Emma arrugó el puente de su nariz. — No lo asustes.

— ¿De qué hablas? Es mi omega.

— No tienes ni idea. Podrá ser tu omega pero al final él es quien decida con quien estar.

— Pues sí, pero tu no eres nadie para decir eso. Te recuerdo que pelearon y usaste la voz en él. — Admiró como su hermanastra mordía sus labios. — ¿Qué piensas hacer? Emma, eres una alfa, no pelees contra mí. Te quiero, has vivido conmigo desde que éramos pequeños pero querer tener algo que no te pertenece desde un principio es caer bajo.

— Tu..

— Solo fui a visitarlo y lo acompañé. Le recordé que a pesar de que no tenga mi marca seguirá siendo mi omega, lo cuidaré y protegeré. ¿Sabes cuál fue su reacción?

— Me lo puedo imaginar. ¿Te gritó? ¿Te mandó a la mierda? Conociéndolo te saco el dedo del corazón.

Norman se mofó, y negando con la cabeza siguió. — No, todo lo contrario.

— Me sorprende, él es muy capaz de defenderse por si mismo. ¿O no oíste lo que pasó? Casi mata a un alfa por ponerle una sola mano.

— Eso lo hace más interesante, me siento muy orgulloso de eso.

— No creas que tienes oportunidad.

— hm~

...

Respira, respira. ¡Respira!. ¿Qué carajos fue eso?

¿Por qué no lo golpeó? Se atrevió a decirle a él que lo protegería, claramente no le gusta ese tipo de trato. Lo odia. Pero...

Parado sobre la calle, tenía la cabeza hecha un lío. Sus pensamientos divagaban y sus latidos empezaban a desesperarlo. Tenía que ser causado por su lado Omega, porque el no sentía nada por Norman. Obvio no.

𝗘𝗰𝗹𝗶𝗽𝘀𝗲 𝗢𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 - Noray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora