Una visita

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La casa de Ray siempre había estado silenciosa, sin embargo ahora ese silencio se estaba haciendo molesto. Después de que Norman se fuera no pudo conciliar bien el sueño, por lo que solía pasear por toda la casa, viendo recuadros, memorias que no sabía que tenía. Oh al menos no recordaba.
Su hogar no era muy grande, pero era lo suficiente.

Entrando a una habitación, habían muchos libros, cada estante era largo, y media aproximadamente dos metros de alto, por lo que no llegaba mucho, pero no entraría en detalles de eso. Estaba feliz con su altura.
Cada libro estaba pulcramente puesto, todos de colores terrosos, una luz tenue estaba sobre todo y al fondo del largo pasillo había una mesa y un sillón junto a una lámpara.

Entonces recordó...

Solía jugar muy amenudo aquí, esconderse y leer libremente cualquier cosa. No tenía muchos amigos pero si había uno. Tomo un libro al azar y lo abrió, dentro había una pequeña flor, ya no tenía el color que solía tener pero, habían tenues amarillos.

No cordaba como se llamaba aquel niño, solo que sonreía lindo, y que le dolió verlo irse.

De todas formas ya habían pasado años desde ese momento, probablemente él no lo recordaba y estaba divagando mucho lo que para él sigue siendo importante. Cerrando el libro lo dejo donde estaba y saliendo cerró la puerta tras de sí.

Unos pasos suaves se escucharon como un eco y el aroma de su padre lo envolvió haciendo que su mirada observé por donde venía.

- Cariño, ¿qué haces despierto?

Ray respondió. - Nada, miraba al rededor, no tenía mucho sueño. - Mintió.

El mayor lo observó por un momento para luego sonreír con dulzura. - Sí eso es así, ¿qué tal si me cuentas lo que viste? Por lo que sé aquí era tu lugar favorito, te escondias muy a menudo y no podía encontrarte.

Leslie tomó la mano de su hijo y caminó junto a él por el extenso. El cual era ancho y plano, algo tenebroso de noche. Ray recargo esa mano más dejándose guiar. - Eso...

- ¿hm? También recuerdo a alguien más, era un niño. Jugaba contigo, pero tu no eras muy fan de ser amistoso y te escondias aquí. Hasta que un día...

- ¿Me encontró?

- Exactamente, en ese momento no estaba pero tu madre si, ella explicó que en ese momento no supo que hacer porque ambos correteaban y se rindió esperando a que uno se detuviera. - Se mofó - Ahora que hablamos de esto, recuerdas su nombre?

Ray negó despacio, no podría ni aunque lo intentará. - No, todo es borroso aquí. - Señaló su cabeza.

- Bueno, recuerdo que tenía el cabello tan blanco como la nieve, era muy lindo y le encantaba sonreír a menudo. - El semblante del mayor cambio a uno abatido. - Es una lastima que sus padres quisieran irse a Canadá.

- Recuerdo eso.

- ¿si? Lloraste mucho, tanto que me dijiste aquí, me duele, no quiero... Papá llévame.

Ray sintió otra vez la vergüenza llegar a su cabeza y dijo quitando la mirada.

- hm, dejemos de lado eso...

Leslie se burló un poco más de la situación, cuando llegaron hasta la terraza de la parte trasera de la casa Ray se asomó viendo la oscuridad de las calles y el inmenso espacio de arriba, que era salpicado por diminutos puntos que brillaban, además de la hermosa luna. El satélite de la tierra.

- Te pareces mucho a tu madre.

Ray volteó a ver a su padre quién también admiraba la noche. Dijo con un susurró. - ¿Por el cabello?

𝗘𝗰𝗹𝗶𝗽𝘀𝗲 𝗢𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 - Noray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora