La perdición de mi alma

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Se llama Norman.

¿Esto debería estar pasado? La respuesta a todo esto apareció con un traje y ojos increíblemente llamativos, de un color tan claro como el agua.

Jamás imaginó lo que sentían los otros omegas al encontrar a su alma gemela, y es que nunca le interesó en lo absoluto encontrarlo. Los omegas, en su mayoría le parecían tontos, eran... Tan sumisos y estúpidos.

Sin embargo...sintió algo.

En su estómago.

Observó como el alfa tomaba asiento junto a la peli-naranja quien muy alegremente le comentaba cosas al azar. Siendo inconsciente de que su mirada aun permanecía sobre el alfa , éste le sonrió.

tiene linda sonrisa...

Sin embargo, que la tenga sólo causa más estragos dentro de sí, las tan llamadas mariposas en su estómago hacían presencia después de muchos años. Era tan especial el vínculo que se podría formar entre las almas gemelas que desde un inicio se enamoran. Lo cuál él quiere evitar, porque simplemente era algo injusto que nadie pueda elegir con quién pasar el resto de su vida. Deseaba el derecho de enamorarse de quien sea...no tan pronto pero lo haría.

Dejando el mal sabor de boca que le producía el alfa, un camarero se acercó hasta ellos, esta vez no fue Oliver, lo cual agradeció internamente. Ya cuando todos ordenaron el beta a cargo de sus órdenes se fue.

- Emma sonrió juntando sus manos sobre la mesa. - Ray, éste alfa de aquí es mi hermano mayor.

Saliendo de sus pensamientos, miró a la pelinaraja y luego al alfa frente a él. Sonrió traqnuilizandose un poco e hizo una pequeña reverencia con la cabeza - Hola, me sorprende no haberme encontrado con usted - Dijo finalmente.

El alfa soltó una suave sonrisa. - Es un gusto al fin conocerte también, por favor no seas tan modesto, tenemos casi la misma edad- ¿al fin? Pensó Ray. - Emma habla mucho sobre ti y lo increíblemente lindo que eres. - De repente su mirada fue más brillante - Veo que tiene razón.

- ¡Norman! - interrumpió Emma. El alfa cruzó sus brazos sin quitar la sonrisa plagada en sus labios. - No es así, le mencioné lo muy sabio que eres para cualquier cosa y que estás por terminar tus estudios.

Ray sonrió de medio lado. - Es bueno que hablen tan bien de mi.

- No es nada, solo dije la verdad.- Aunque no se notara por la luz roja del club en el que estaban la pelinaranja sentía sus mejillas arder.

- Emma tiene razón, Ray debes tener cuidado.- Dijo Norman sin despegar la vista del omega frente a él. - Para cualquier alfa la inteligencia es parte de un atractivo muy llamativo.

- Hum, ¿es así? - inclinó la cabeza moviendo el mechón de su cabello negro.

- Por supuesto.

Por un momento Emma sintió que sobraba en esa conversación, pero no podía ser lo que pensaba no? No, no podía.

- Bueno, jaja debería ir por algo para comer. Vuelvo después, ustedes sigan conociéndose. - Le envío un guiño a Ray confundiendo al ya mencionado.

Y así solo fueron ellos dos.

- Entonces.. Lindo omega.

- Alfa. - Soltó sin dejar de mirarlo.

El mayor río levemente. - Llámame Norman por favor, no soportaría que mi omega me llamara por lo que soy.

Ray estuvo en silencio por un segundo. - Entonces ya lo sabes...

𝗘𝗰𝗹𝗶𝗽𝘀𝗲 𝗢𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 - Noray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora