🇮🇹 ☕ Cappuccino ☕ 🇮🇹
- Buenas noches, Will.
La hora del búho, tal y como han quedado. Es noche cerrada, Bedelia duerme y Hannibal estaba despierto aguardando la llamada. Está nervioso, esta mañana en la cafetería se le han escapado un par de frases sin pensar.
Will y su magia.- Hola, Hannibal. Espero no despertarte, es tarde.
- Esperaba tu llamada, no te preocupes. ¿Tuviste un buen día?
- Sí, bueno, ya te dije... época de exámenes, los chicos van como locos y los profesores más.
- ¿Hay algo en lo que pueda ser útil? - pregunta Hannibal.
- Me vendría bien relajarme.
Silencio. Will lo ha dicho con toda la intención, Hannibal lo entiende tal cual.
- Me encantaría ayudarte a relajarte, Will. Aunque...
- Lo harás bien, Hannibal. Eres un hombre inteligente.
- ¿Qué crees saber?
- Algo te pasó, algo que te hizo daño y que arrastras desde entonces.
- Debiste estudiar psicología, Will. Eres bueno.
- Para tratar con adolescentes hay que ser un poco psicólogo, créeme.
Hannibal piensa si decírselo. En algún momento tendrá que hablarle de aquel chico, hace tantísimos años, y de cómo jamás se enfrentó a ese dolor prefiriendo enterrarlo. Se le daba bien actuar, se le daba bien mentir.
- Cuéntame algo que no sepa nadie - le dice sabiendo que él tendrá que hacer lo mismo.
Will piensa.
- En mis ratos libres soy voluntario en un refugio animal - añade, casi en voz baja -. Ya sabes, limpiar las jaulas de los perros, lavarlos, sacarlos a pasear para que socialicen. No tengo perro porque tengo miedo de no ser capaz de cuidarlo en condiciones.
- Así que además de enseñar y ayudar a los jóvenes, expandes esa empatía hacia los animales. ¿De qué cielo has caído, Will Graham?
Will ríe al otro lado, Hannibal graba ese sonido en su corazón. Anotada queda en su agenda mental de Will adoptar un perro para él, llegado el momento.
- Cuéntame algo que no sepa nadie, Hannibal. Por favor.
Hannibal se muerde el labio, los segundos pasan.
- Puedes confiar en mí. Yo no voy a hacerte daño, Hannibal.
Ojalá fuese cierto. Hannibal sabe que como seres imperfectos que somos, siempre hacemos daño. Intencionadamente o no, ocurre.
- Estoy aquí, ya sabes, y estaré todo el tiempo que quieras que esté.
- ¿Y si quiero que sea para siempre? - pregunta Hannibal -. Piensa bien la respuesta, para siempre es mucho tiempo.
- Lo estaré. Quiero saberlo todo, vivirlo todo a través de tus recuerdos, formar parte de ese mundo que no abres a nadie. Confía en mí.
- Cuando era joven... adolescente, quizá la edad de tus alumnos... me enamoré perdidamente de un compañero de clase. Un chico que además me correspondía. Fuimos felices el poco tiempo que duró... no sé por qué, un día, se burló de mí delante de todos. Gritó cosas que no eran ciertas y me rompió el corazón...
Will no conoce a ese chico, ahora adulto, pero si lo tuviera delante cruzaría más que palabras con él.
- Desde entonces - sigue Hannibal - vivo mi vida de una forma distinta a la que debería vivirla. Ese... dolor... ese amor adolescente... murió, o dormí, más bien - suspira -. Ahora tú lo has despertado, Will.
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Monotonía (COMPLETA)
FanfictionHannibal y Bedelia llevan siete años de casados, y conociéndose desde muchísimo antes que eso. Ambos llevan una vida llena de experiencia, viajando, pues su economía se lo permite. Los dos son psiquiatras de renombre. No tienen hijos. Cada día, ant...