Fiona comenzaba a despertar, un sonido repetitivo de tintineo se escuchaba en el lugar, un sonido que fue insoportable para sus oídos que aún lloraban por el golpe.
Comenzó a abrir los ojos con lentitud, su vista era borrosa y la oscuridad de la habitación no la ayudaba a aclararla.
— Shrek... —
Fue lo primero que dijo mientras se llevaba una mano a su frente dolorida. Se quejó al sentir como su cabeza punzaba.
— ¡Fiona!, Gracias al cielo —
Escuchó la voz alegre y aliviada de Encantador, al igual que sintió una mano en su cabeza.
— Ugh... ¿Dónde estamos?, ¿Ya está el desayuno?... —, preguntó confundida, pensando que solamente se estaba levantando un día más, lejos de Duloc, pensó que tal vez, todo había sido una mala pesadilla.
— ¿Qué?, ¿De qué hablas? —, preguntó Encantador, confuso ante sus extrañas preguntas.
Se comenzó a sentar en aquel duro lugar, pensó que se trataba de el suelo, pero rápidamente, con el tacto de sus manos, se percató que no era tierra.
Abrió sus ojos de golpe después de haberlos cerrado para aclararse. Recordó toda la situación de golpe al observar las barras del calabozo.
— ¡Shrek!, ¿¡Dónde!? —, exclamó asustada, algo agresiva pero aun confundida.
Se levantó de un salto, sorprendiendo a Encantador, el cual levantó ambas manos para intentar sostenerla por si perdía el equilibrio.
Burro se colocó detrás de él al darse cuenta de que Fiona estaba a la defensiva.
Con ojos llorosos, observó la habitación. Era confirmado que aquello no había sido una pesadilla.
El dolor de su frente se lo volvía a recordar, se quejó nuevamente al sentir una punzada. Encantador se acercó a ella y la tomó de los hombros.
Parecía estar en shock o completamente confundida, levantó su mirada y observó a Encantador.
— Se lo llevaron...¿Verdad? —, preguntó con angustia.
Encantador la observó en silencio con seriedad, entonces asintió con la cabeza.
De repente, Fiona dio un salto hacia atrás, agarró impulso elevando un puño para volver a saltar hacia el frente.
Hundió su puño en una de las mejillas de Encantador, haciendo que esté, al no estar a la defensiva, cayera de espaldas.
Su cabeza casi rebota contra el suelo, solamente se golpeó de forma leve, entonces, la observó con confusión.
— ¡Eres un imbécil! —, le recriminó furiosa.
— ¿¡Q-Qué... —, tartamudeó nervioso y confuso.
Se sentó y gimió confundido, se acarició la mejilla adolorida. Sintió como un líquido caliente salía de su nariz.
Burro había alcanzado a esquivarlo por poco, rápidamente corrió hacia una esquina, confundido y asustado.
Fiona se veía furiosa, su respiración era pesada al igual que su mirada desesperada.
— ¿Por qué dejaste que lo atraparán?, ¡Te acostaste con él y no eres capaz de protegerlo!, ¡Merecía que lo... ¡Ugh! —
Se quejó, lanzando un gemido de desesperación para darse la vuelta. Encantador se quedó estupefacto.
— Fiona... ¿Tú piensas que él y yo... —
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Omega de Pantano
Lãng mạnShrek es feliz viviendo en soledad en su gran pantano. O es lo que él cree. No es consciente de la forma en la que el mundo ha entrado en una terrible crisis. No hay Omegas, por lo menos no casados o enlazados. Aquello provoca la terrible persecució...