Omega de Pantano

ℂ𝕦𝕖𝕣𝕡𝕠 𝕖𝕟 𝕔𝕣𝕚𝕤𝕚𝕤

El cuarteto armaba el campamento, intentaban hacerlo lo más rápido posible, pues el sol comenzaba a esconderse y se acercaba la hora de dormir.

Fiona le ordenó a Encantador que buscará la cena. Normalmente Shrek decía a quién le tocaba, pero, llevaba todo el día sin dirigirles la palabra.

Solamente entablaba una conversación con burro.

Encantador consiguió tres conejos, pero Shrek rechazó su cena, simplemente lo ignoró y se fue a dormir.

Los Alphas se sentían terriblemente tensos, sabían que aún estaba furioso con ellos al igual que burro.

Mañana llegarían a Duloc. Si no fuera por el retraso de esta mañana, ya estarían allí.

Los Alphas observaron de lejos a Shrek al lado de una risco junto a burro, debajo de la luz de la luna.

— Entonces... ¿Tú también percibiste su aroma a metros de distancia? —

— Si, no me digas que tú... —

— Si, yo también lo sentí a lo lejos —

Encantador soltó un gruñido y observó a su conejo con furia, apenas y había probado un bocado al igual que Fiona.

— Pensé que te había ganado en eso, ya que significa... —

— Que seríamos destinados, si... Lo sé. Hay una razón para eso —

— ¿Cuál es? —

— Parece que Shrek ha estado viviendo solo casi toda su vida, sin nadie que lo percibiera —, observó al Omega desde lejos, él permanecía acostado en el suelo de lado, con la cabeza apoyada en una piedra, — Él no sabe que emite feromonas, así que, nunca ha tratado de controlarlas —

— Eso explica porque aún puedo percibirlo —

Ambos observaron a Shrek desde lejos, entonces, nuevamente se vieron al rostro.

— ¿Por qué lo atacaste? —, preguntó Fiona con el ceño fruncido.

Encantador hizo una mueca, parecía que estaba avergonzado por sus acciones, incluso por su tono de voz.

— No lo sé... Fue como si, mi cuerpo no me perteneciera y sé... —, una imagen vino a su cabeza, el Omega en pose fetal en el suelo, temblando aterrorizado, — ... Que no fui el único en sentirme de esta manera, fui testigo de que estuviste a punto de descontrolarte si no fuera porque el intento golpearte. Nunca habíamos conocido a un Omega... nos volvimos esclavos de nuestros instintos... que asco por dios —

— Lo sé... Nosotros sabemos controlar nuestras feromonas porque también afecta a los betas, pero, aun así... —

— Debemos de enseñarle a controlarlas, si entra en celo con nosotros presentes, nadie podrá frenar que nuestras cabezas enloquezcan... le haremos daño incluso a su mejor amigo —

— Lo sé... Yo prometí enseñarle, pero, también me está ignorando —

Fiona bajó la cabeza, deprimida, apenas y estaba logrando mantener conversaciones con el Omega.

Pero, ahora ni siquiera la veía. Apenas lo conocía, pero, por alguna razón, su corazón dolía.

Encantador se llevó una mano a la barbilla, pensativo. De repente, su mirada se iluminó.

— ¡Tengo una idea! —

Mientras Encantador comenzaba a hablar sobre su gran plan, burro buscaba conversar con Shrek.