ℙ𝕣𝕚𝕟𝕔𝕖𝕤𝕒 𝕗𝕚𝕠𝕟𝕒

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Shrek iba caminando junto a burro mientras esté seguía tarareando, pues estaba realmente feliz de no estar solo, al contrario del otro, que iba con un rostro amargo, por lo menos ya se sentía más cómodo con su ropa.

Le había arrancado las mangas y su chaleco lo arregló para que fuera un buen cinturón que sostuviera su pantalón y para que su camiseta no estuviese tan suelta.

Pero, aún se sentía ansioso, no sabía cómo era su apariencia, solamente que era un humano y eso le incomodaba.

Mientras tanto, burro lo observaba de vez en cuando de forma burlona, hasta que Shrek lo atrapó y se enojó.

— ¿¡Qué es tan gracioso!? —, preguntó fastidiado.

— Nada —, contestó vacilón para apartar la mirada y comenzar a silbar.

Shrek gruñó con molestia, ahora se sentía más ansioso. ¿Tenía un ojo de cabra o de qué demonios se burlaba ese animal?.

No se daba cuenta que a burro solamente le causaba gracia está misma ansiedad.

Se tocaba la cara cada minuto y mientras lo hacía, hacía una mueca que arrugaba su nariz, al hacerlo emite ciertos sonidos de molestia, jadeos y gruñidos que no se daba cuenta que emitía.

En el camino, intentó evitar los pueblos, ya que, Shrek aún no se sentía cómodo para convivir con más gente, pensó en que tal vez lo reconocen y volverían a ir detrás de él ahora que se sentía más débil.

— Shrek, ¿Por qué te volvieron un humano? —

Le preguntó burro con curiosidad, el otro lo observó de reojo y elevó una ceja.

— Pensé que ya lo sabías —

— No, tu y las hadas no se escuchaban hasta que se hizo la nube de humo —

— Ugh... Esas brujas... me dijeron que así sería más fácil hablar con él tal Farquad, me capturará si fuera ogro porque... Me hubiera interrogado, usado como sacrificio o algo así, no comprendí del todo —

— ¡Oh, es verdad!, El busca algo, pero la neta se me olvidó —

— Ya nos enteraremos después, mejor ya deja de hablar y.... Espera —

Shrek se detuvo y colocó una mano frente al hocico del Burro, este chocó contra ella y se detuvo mientras sacudía su nariz, pues se le había dado algo de comezón.

— ¿Qué?, ¿Qué pasa?, ¿un oso viene a comernos? —

Lo observó al rostro y se percató de que se había puesto en alerta, tenía una mirada sería.

— Alguien está observándonos —

— Ay, no —

Burro saltó detrás de él, a pesar de que no era un ogro, aún era grande y fornido, incluso era notable que sus sentidos eran vigentes, se sentía seguro al colocarse detrás de él, aún lo veía como alguien que lo protegería.

El animal solo escuchaba el viento, pero Shrek no. Rápidamente se giró hacia una rama, sintió una mirada.

Sus ojos se encontraron con unos hermosos ojos celestes, un rostro delicado y a la vez travieso.

Una chica con vestido cortado como las mangas de su camiseta, cabello pelirrojo suelto que se dejaba llevar por el viento con suavidad, su femenina y delicada mirada lo observaba desde lo más alto.

Parecía que los trozos arrancados de su vestido se los había enrollado en los pies como zapatos.

Burro también la divisó y trató de esconderse aún más detrás de Shrek.

Omega de PantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora