Omega de Pantano

𝔻𝕦𝕝𝕠𝕔

Duloc ya estaba frente a ellos, una sonrisa satisfactoria se dibujó en el rostro de todos los presentes.

Finalmente habían llegado, había sido un corto viaje desde la noche, pero, algo incómodo.

Fiona se percató de ciertos comportamientos extraños con los chicos y aquello le causaba cierta molestia.

Se acercó a Encantador por detrás para intentar susurrarle mientras que Burro y Shrek caminaban frente a ellos.

— ¿Qué les pasa a ustedes dos?, ¿Porque vas con esa sonrisa babosa? —

El rubio iba con una resplandeciente sonrisa cargada de orgullo y galantería. Este siguió viendo hacia el frente sin importarle las preguntas y la agresividad de su amiga, entonces también susurró.

— Ey, no seas así, mi sonrisa es perfecta mi querida amiga —

— No me mientas, tú sabes que soy más fuerte que tú y puedo golpearte hasta sacarte esa sonrisa, ¿Qué pasó entre ustedes? —, dijo amenazante.

— Pero cuánta violencia, eso no es digno de una dama —, contestó con tranquilidad.

— Tú... —

— ¡Ay! —, se quejó al sentir un repentino golpe en una de sus extremidades.

Fiona le metió una patada en la pierna derecha, haciendo que casi caiga de frente al suelo cuando dio un par de saltos sobre su lugar.

Solamente dió unos pasos hacia el frente tambaleante. Shrek y Burro se giraron levantando una ceja.

Encantador con el torso hacia delante y ya frenado solamente soltó una pequeña risilla nerviosa.

Shrek hizo una mueca de molestia y soltó un gruñido para volver a girarse, no quería meterse en sus asuntos.

Rápidamente Encantador se recuperó y siguió caminando al lado de Fiona, frunciendo el ceño mientras el rubor de vergüenza en su rostro no desaparecía.

— ¿Por qué hiciste eso? —, preguntó ya enojado, normalmente Fiona no era tan agresiva y tampoco dolían tanto sus empujones.

— Por no ser honesto conmigo —

— Ugh... —, se quejó a sentir como su músculo ardía, — ¿De qué hablas?, joder —

— ¿Qué fue lo que sucedió? —

— A.... ¿A qué te refieres? —, pregunto al intentar evitar el tema.

— Se están comportando muy extraños desde que salimos del último campamento, ¿Qué has hecho? —

— Eh... —, expresó al comprender de qué estaba hablando, realmente sentía cierta vergüenza, — Bueno... la noche anterior, fui levantado por... —

— ¡Dejen de susurrar!, Ya estamos en Duloc —, les comento Shrek fastidiado, interrumpiendo la importante conversación, Fiona suspiró con preocupación.

Tenía la intención de después preguntarles lo que sucedía, pero comenzaron a adentrarse hacia aquella ciudad. Ahora seguían estando a las afueras de la misma.

Frente a ellos, había ciertos listones que marcaban un camino y fuera de él un hombre con una cabeza gigantesca tipo botarga.

Igualmente había unas personas entrando de forma apresurada, se veían ansiosas.

El hombre de la gigantesca cabeza los divisó y caminó hacia ellos con paso alegre.

— ¡Bienvenidos viajeros!, Llegan en un buen día —