CAPÍTULO 30.

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                         Liz veía fijamente a Serina quien igual la veía pero muy sorprendida. "Viste a la Diosa Luna..." Serina parecía estar a punto de desmayarse, pero se agarró rápidamente de un mueble cercano a ella, Liz preocupada intenta acercarse pero era impedida por Janeth quien aún estaba recargada en su regazo, ella le hizo una seña para que no se levantara y se sentó en una silla cercana. "Esto es realmente sorprendente" Dijo Serina. "¿Qué cosa?" Preguntó Liz mientras Janeth se acomodaba a un lado de ella y terminaba de limpiarse las lágrimas. "Tienes una gran conexión con la Diosa, esto sólo se ha visto en casos muy raros" Serina la mira con una ligera sonrisa. "Será mejor que sigamos con esto mañana, estoy seguro de que el Rey la debe estar esperando" "Sí" Liz se levanta y se dirige con Janeth a la salida, pero antes de abrir la puerta se detiene y mira ligeramente a Serina. "Descansa abuela" Ambas salieron y Liz se sorprendió al ver que ya era de noche, mira a Janeth con confundida y desorientada. "¿Cuánto tiempo estuve dormida?" "Casi seis horas señorita, el señor Riftan ha estado preguntando por usted e insistía en entrar pero la abuela Serina lo ha retenido afuera y puso una barrera mágica en la cabaña de ustedes para que no pudiera salir" Liz soltó un gran suspiro. 'Debe estar realmente enojado' Dijo Saye con un tono agudo mientras caminaban rápidamente. 'Lo sé...' Se pararon frente a la cabaña que parecía tener un cristal rodeándolo. "La abuela Serina dijo que una vez que entre la barrera tendrá dos horas antes de que desaparezca por completo, yo regresaré a mi cabaña y la veré mañana, con permiso señorita" Liz asintió mientras Janeth hacía una ligera reverencia y se iba alejando, dejándola frente a la gran masa molesta que se encontraba encerrada ahí adentro. 'Saye...' '¿Qué Liz?' Liz sonrió levemente mientras daba un paso para entrar a la barrera. 'Tengo miedo' Tan pronto como entró una neblina negra se estaba apoderando de todo alrededor de la cabaña, Liz miró alrededor en busca de alguien, pero no había ni un alma cerca, volteó y se percató de que no se veía al exterior. Esto debe ser una broma. Pensó. "¿LIZ?" La voz de Riftan sonaba en los interiores de la cabaña, era tan profunda que sintió una gran corriente recorriendo su columna por completa y los vellos de su piel se erizaron. "¿ERES TÚ LIZ? TU AROMA ESTÁ CERCA" Los pasos de Riftan sonaban con gran fuerza, dando grandes zancadas mientras su aroma se acercaba cada vez más a ella. Liz sentía su cuerpo en shock, inmóvil y un sudor frío recorría su blanca frente. 'Liz... Tengo mucho miedo' Saye chillaba, tenía miedo al igual que ella, pero su cuerpo no respondía. Veía como Riftan se acercaba a ella con la cara agachada, sin dejar de ver su rostro y esa aura que emanaba era tan fuerte que sentía como su respiración se dificultaba cada vez más y de un momento a otro Riftan estaba frente a ella. "ERES TÚ"

'Ha pasado más de dos siglos y después de tanto tiempo pude ver a mi madre, ese día ni siquiera lo podía creer, la última vez que la vi se había convertido en un enorme lobo blanco y salió saltando por la ventana mientras hombres armados habían entrado por la puerta en busca de ella, Valentino me había llevado lejos de esa mansión para después no volverla a ver, padre se había vuelto loco y Luka se encargaba de la manada mientras yo iba creciendo, siendo un niño débil hasta que una noche de luna llena algo estaba cambiando y una melodiosa voz me maldijo... Para vela de nuevo tú has de cambiar, vivirás lo mejor y lo peor de ambos mundos convirtiéndote en un mitad lobo y mitad humano a la luna llena hasta que puedas transformarte a voluntad, esta es tu maldición de la Luna... Y desde ese momento tuve que soportar ser una bestia para los humanos y un error para los lobos' "Debes ver los informes de la manada" Se acerca Luka a Lawrence mientras le entrega varias páginas llenas de letras. "¿Hay algún problema?" Los agarra y comienza a verlos mientras se recarga en la silla. "No es nada bueno" Él los lee y se levanta rápidamente. "¡Maldición! ¡Esto debería ser informado a mi padre de inmediato!" Luka se acerca a él. "Él no puede venir" Lawrence lo mira alterado. "¿QUÉ? ¿POR QUÉ?" Luka le pone una mano en su hombro. "Tienes que hacerte cargo de esto Lawrence" Él le quitó la mano de su hombro y se sentó en un gran sillón que había en la habitación mientras dejaba caer los papeles, se lleva las manos a la cara y deja caer su cabeza al respaldo del sillón para después dejar salir un gran y profundo suspiro de frustración. "¿Cómo se supone que resuelva esto? Esos malditos no querrán siquiera pelear" Luka se para frente a él y hace una reverencia llevando su mano al pecho, Lawrence lo mira y se sorprende. "¿Pero qué?" Se levanta. "Estoy dispuesto a servir con mi vida a un Alfa como tú" Sus palabras lo sorprendieron por completo, no podía creerlo, el gran Beta Luka, mano derecha del Rey de los Alfas le daba sus respetos y su aprobación para comandarlo en batalla. Lawrence le puso una mano en el hombro. "Prepara a los hombres, salimos en media hora" Luka se levanta. "Sí, mi señor" Luka salió de la habitación dejando sólo a Lawrence, rápidamente recogió los papeles y salió de la habitación momentos después...

LA MALDICIÓN DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora