EPÍLOGO

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Gabriella

-¡Alexa no pelees con Rocco!- regaña mi esposo a nuestros hijos.

-¡Papi!- grita Alexa.

Balbucea algo inentendible. Niego con la cabeza. Alexa y Rocco siempre están peleando por los juguetes. Alek suspira. Es agotador tener tres bebés de casi la misma edad. Alexa tiene un año y medio y los gemelos nueve meses. Han crecido muy rápido desde que todos salimos del hospital. Los gemelos se parecen mucho a Alek y Mijaíl. Tienen el mismo color de pelo que mi esposo, pero sus ojos son tan azules como los de su abuelo, casi el color del hielo. Alexa cada vez se parece más a mí. Sí, es igual de caprichosa y malcriada, pero la amamos así. Su padre no le miega nada, todo lo que ella quiere, lo tiene. Y ni hablar de mi padre, es el peor de todos. Nadie puede regañar a Alexa, cualquiera que se atreva a levantarle la voz acaba muy mal. Calina tuvo a su bebé hace poco, una niña a la que han llamado Olenka, como la madre del abuelo Dmitry. Se puso muy feliz cuando Mijaíl y Calina dijeron que llamarían como a su madre, él la amaba mucho. Era hijo único cuando sus padres murieron, siempre quiso tener una familia grande y ahora la tiene. Ama a sus hijos y a todos sus nietos y bisnietos.

-¡Mami!- me llama Alexa enfadada.

Tiene el ceño fruncido y las manos en puños sobre la cadera. Su regordeta barriga sobresale de su diminuto cuerpo.

-¿Qué ocurre, mia vita?

-Roro- dice convencida.

No es capaz de pronunciar bien Rocco, así que lo llama Roro. Mi esposo se levanta del sofá y la toma en brazos. Ella intenta explicarle lo que ha pasado con su hermano, Alek no entiende la mitad de lo que le dice, ya que, mezcla el ruso con el italiano y pronuncia mal. El móvil de mi esposo suena en su bolsillo. Lo saca y mira la pantalla.

-Es Cristian, una videollamada- dice.

Cristina Castaño se convirtió en un buen amigo. Tanto Alek como yo quisimos conocerlo después de que ayudara a salvar a nuestra hija. Gracias a él estamos todos juntos en este momento. Es un buen hombre, quiere mucho a Alexa.

-¿Quieres hablar con el tío Cristian?- le pregunta mi esposo a nuestra hija.

Alexa chilla feliz de hablar con él, ella también lo quiere mucho. Mi esposo se sienta a mi lado y atiende la llamada.

-Hola Cristian.

-Alek, ¿cómo va todo?

-Una locura, amigo.

Cristian se ríe.

-Joder, espero vivir esa locura pronto.

-¿Alguien especial?- pregunto.

-Quizás. No sé. Ella me gusta mucho y yo también le gusto.

-Entonces adelante- le digo.

-Eso dice mi padre- dice riéndose- ¿Cómo está la princesa?

Alek enfoca a nuestra hija.

-¡Princesita rusa!- grita Cristian.

Alexa sonríe enseñando sus dientes.

-Te echo de menos, pequeña. Pronto iré a veros.

-Nosotros también te echamos de menos- le digo.

-¿Y los principitos?- pregunta.

Alek enfoca a Rocco en la alfombra jugando y luego a Levka en mks brazos dormido. Cristian se ríe.

-Son como la noche y el día- dice- Nunca he visto a unos gemelos más distintos que ellos dos.

-Joder, sí. Levka es tranquilo y apegado. Pero Rocco es tan inquieto, siempre peleando e intentando imponer su voluntad. Aunque Alexa es aún peor y no lo deja hacer su voluntad.

GABRIELLA #1 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora