TRECE

10.7K 693 53
                                    

Aleksei

El técnico de la ambulancia atiende a Gabriella. Lev y los otros hombres nos rodean para darnos un poco de privacidad. Mi esposa se desmayó en mis brazos. Tuve que llamar a una ambulancia para que vinieran a atenderla al centro comercial. Alessio está de pie junto a mí. El médico le toma la tensión a mi esposa. Me froto la cara con las manos.

-Señor, no lo hemos encontrado- dice Amato.

-Cazzo- masculla Alessio- Seguid buscando, no debe andar lejos.

Tenemos a un grupo de hombres buscando a Marcos Lombardo. El muy estúpido se ha atrevido a volver a Italia, ahora está aquí atrapado. No saldrá con vida del país. Massimo y Enzo se acercan a nosotros. Niegan con la cabeza. No lo han encontrado tampoco. El médico se pone de pie y se dirige a mí.

-Su esposa se ha desmayado por la tensión, está baja. Debe descansar y comer mucho, nada de estrés o podría afectar seriamente a ella y a el bebé.

-Joder, hijo de puta. Voy a matarlo- digo.

-Lleva a mi hija a casa- me dice Alessio.

-¿Y la ropa para nuestra hija?- me pregunta Gabriella- Íbamos a comprar cosas para ella.

Me agacho a su lado, acaricio su mejilla con mi pulgar.

-Lo haremos en otro momento- le digo.

Limpio sus lágrimas con mis pulgares.

-Vale- susurra.

La ayudo a ponerse de pie y la agarro por la cintura. Alessio nos mira fijamente. Hace tres meses que no habla con su hija.

-Vamos- dice- Os acompaño a la tienda.

Se acerca a su hija, acuna su cara entre sus manos y le da un beso en la frente, Gabriella solloza.

-Comprar todo lo que mi nieta necesite.

Gabriella rodea la cintura de Alessio con sus brazos. Alessio la aprieta contra su cuerpo. Mi esposa llora desconsolada. Ha echado mucho de menos a su padre.

-Ti amo, principessa- dice Alessio.

-Te he echado de menos, papá.

-Siento mucho haberte fallado, no me he comportado como un padre debería haberlo hecho.

Gabriella niega con la cabeza.

-Lo entiendo, fui yo quien te falló.

-No, piccola, no puedo culparte pof nada de esto y la bambina tampoco tiene la culpa. Allora, vamos a comprar algunas cosas para mi nieta.

Gabriella sonríe. Toma la mano de su padre y lo lleva dentro de la tienda de bebés. Los ojos de Gabriella vuelven a brillar. Las piezas están encajando. Massimo se acerca a mí, pone su mano en mi hombro y me da un apretón.

-Lo estás haciendo bien, Alek. No cualquier hombre habría hecho lo mismo que tú. Gracias.

Asiento. Entro en la tienda con mi esposa y su padre. Están eligiendo un pequeño vestido rosa, Alessio se acerca a la estantería donde hay unos bodys de recién nacido.

-Lleva de estos, vas a necesitarlos- le dice a Gabriella- Tú ensuciabas tres o cuatro al día cuando eras pequeña.

Gabriella se ríe. La observo atentamente, hacía meses que no la veía así de feliz. Ella me mira y su sonrisa se amplía. Mi pecho se llena de calidez, se acerca a mí mordiéndose el labio inferior. Me enseña el vestido que tiene en sus manos, es tan pequeño.

-¿Te gusta?- pregunta.

-Creo que nuestra hija va a estar preciosa con él.

Gabriella se pone de puntillas y me da un beso en la boca. Mi corazón late con fuerza. La tomo por la mandíbula y profundizo el beso. Ella rompe nuestro beso y regresa con su padre. Alessio me mira y se ríe en silencio. Me quedo en shock, ella nunca ha iniciado un beso y sólo nos hemos dado dos, tres con este. ¿Está sintiendo algo más que una amistad por mí? Alejo ese pensamiento de mi cabeza, no puedo ilusionarme con esto. Quizás sólo esté un poco emocional porque su padre está aquí con ella. Los sigo por los pasillos hasta llegar a las cunas de bebés, Gabriella elige una redonda de color blanco. Alessio le ordena a la dependienta que envíen todas las cosas al viñedo. Mi esposa ha comprado casi todo lo que un bebé necesita, ropa, cuna, carrito, un cambiador... Le entrego a la dependienta mi tarjeta, pero Alessio se la quita de la mano y le entrega la suya.

GABRIELLA #1 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora