GABRIELLA #1 [Disponible en físico]

DIECISÉIS

Gabriella

Abro los ojos poco a poco. Mi estómago se siente pesado, no debería haberme comido dos trozos de pastel de chocolate anoche. Pero es que estaba tan bueno... Y me estaban llamando para que me los comiera. Me remuevo un poco, Alek me aprieta contra él. Abro los ojos con sorpresa, su erección se me clava en el culo. El brazo que tiene bajo mi cabeza se mueve hasta que la mano se posa en mi teta. Giro un poco la cabeza para ver si está dormido. Suelta un gruñido y pasa su pierna por encima de las mías. Su erección se pega más a mí. Mi respiración sale entrecortada, puedo escuchar los latidos de mi corazón. Alek comienza a mover las caderas.

-Mierda- susurro.

Su mano aprieta mi teta, él gime en mi oído. Me muerdo el labio inferior, está empezando a hacer mucho calor aquí. Respiro hondo.

-Solnyshko...- giro la cabeza abruptamente.

Los ojos de Alek se están abriendo. Bien, va a soltarme. Él sonríe, oculta su cara en el hueco de mi cuello y aprieta la especie de abrazo en la que me tiene atrapada.

-Alek...

-Un poco más.

-Oh... Vale.

¿Un poco más? ¿Por qué me parece bien estar así un poco más? ¿Y por qué estoy comenzando a relajarme?

-Pero estás despierto ¿verdad?

Alek gruñe. Supongo que eso es que sí. Giro mi cuerpo como puedo para mirarlo a los ojos. Acaricio su cara con las yemas de mis dedos. Alek es un hombre muy guapo, no entiendo por qué no tenía novia, podría haberse casado hace tiempo. Y el sólo hecho de pensar en que podría estar casado con otra mujer en este momento me enfurece. Pongo mi mano en su mejilla. Alek me mira a los ojos.

-¿Por qué tienes el ceño fruncido tan temprano?- pregunta.

-Porque no quiero que mires a otra mujer.

-¿Qué?- pregunta riéndose.

-Ya me has oído, si te pillo o me entero que has mirado a otra mujer te mato a ti y a ella.

-¿Y la norma de que podía follar con cualquier mujer?- pregunta acercando su cara más a la mía.

Niego con la cabeza.

-Eliminada, no puedes ir con otra mujer.

-¿Y mis necesidades?

-¿Y las mías?

Mierda. Oculto mi cara bajo la cabeza de Alek, su pecho vibra con la risa. No debería haber dicho eso.

-Solnyshko...

-No. No hay otras mujeres.

Por mi cabeza ronda una pregunta, una que no me hice antes y ahora parpadea en mi mente como un cartel de neón. Levanto la cabeza, me pego un poco más al cuerpo de mi esposo. Paso mi brazo por su cuello y pongo mi mano en su nuca, acaricio su cuero cabelludo, haciendo un pequeño masaje con mis dedos y uñas.

-Joder- murmura.

-Alek...

-Pregunta, malyshka.

Sonrío cuando me llama bebé. Nunca lo había hecho.

-¿Has estado con alguna mujer desde que estamos casados?

-¿Qué pasa si digo que sí?

Niego con la cabeza.

-No pasa nada.

-¿Pero?

-Pero no me gusta pensar que lo has hecho.

-Teníamos esa norma, malyshka.