XIII. Cruel

314 66 32
                                    

Jackson Wang, a sus cuarenta años era el más viejo de su casa del Ciervo blanco, no porque así lo hubiese querido el destino, sino porque así lo había decidido él. Se casó con su primo Park Jin-Young, quien se enamoró de la fuerza y valentía que mostraba en combate, pese a ser menor no le importaba, tenía solo veinte años, pero Wang era hermoso ante sus ojos. Su casa sería más fuerte con la boda entre él y Wang, sus primos estaban al servicio de la casa del dragón y no serían parte de la casa más noble de las cinco casas. Sin embargo, Wang el día de la boda decidió que la casa del Ciervo solo necesitaba una línea sanguínea y era la suya.

Contrató unos mercenarios de la casa del lobo, recientemente odiada por todos a causa de la casa de los malditos y del propio ciervo  y atacó a los invitados. Los visitantes de la casa del dragón junto a su comitiva lograron escapar. Park Chanyeol, primo de Jin-Young, solo pudo ver cómo este se quedaba solo en las tierras nuevas de Wang dónde, desde ese día, mostró crueldad. Ese día la casa del Ciervo solo quedó con la familia de Wang y la de Chanyeol quien servía a la casa del Dragón negro.

Con el tiempo, Jin-Young procreó una hija y un hijo, ambos eran la luz de sus ojos. Fue feliz durante un tiempo, pero los amantes de Wang estaban en todos lados y Jin-Young fue olvidado empezando a menguar con cada noticia de las infidelidades de su esposo, Wang vio a su hija con ojos demasiados indebidos y un día la tomó para si. Jin-Young no lo supo, menos supo el porqué está se había suicidado. Su hijo menor creció y lo cuidaba con esmero, pero la soledad lo estaba matando, además que sentía temor por la vida de su hijo. Así que  escribió a Jimin, su primo menor, quien le respondió contándole de lo feliz que era con su familia, sus hijos crecían sanos y vivía lejos del palacio cerca de los termales donde atendían a la población.

— ¿Quieres ir a unas termales?

— Sí, son medicinales y nuestro hijo me acompañará... Casi no salimos del castillo y....—  Wang se sorprendió al escuchar a su esposo, no es que lo amara, pero era clave para sus planes de dominio del Reino. 

— Ve, pero no quiero trampas. Tú y mi hijo son muy valiosos para mí.

— Lo sé.—dijo un poco triste, pues pese a que le dijera que era valioso, Wang tenía años sin tocarlo, ni un solo beso.   

Jin-Young fue con su hijo a las termales donde fue recibido por Jimin, este era menor que él pero se había casado joven con un descendiente de la casa del dragón y el ciervo. Jeon Jungkook, primo del Rey de Midori no Oka.

— ¡Bienvenido!

— Jimin, te ves hermoso.

— Gracias. Te presentó a mis hijos. Jeon Hanabi y Park SeoJoon.— Jin-Young se sorprendió pues Jimin se veía muy joven, se había casado a los diecisiete años como era la costumbre en su familia, a los diecinueve tuvo a SeoJoon, quien llevaba su apellido a petición de su padre Jeon Jungkook quien deseaba que uno de sus hijos tuviese el apellido de sus padre Jimin.

— ¡Es hermosa! Y este jovencito es muy fuerte.

— Gracias. Seré como mi padre Jimin, fuerte y valiente. — dijo el joven de trece años. El mayor de los Jeon, este llevó al hijo de Jin-Young a las termales. Jimin se dio  cuenta que su primo sobreprotegía a su hijo, además de lo triste que estaba y a penas comía.

— Primo, deberías quedarte una larga temporada...

— Mi esposo no lo permitiría. Jimin tengo miedo que su guerra se lleve a mi hijo como lo hizo con mi hija.

— ¡Con más razón! Ven con nosotros...

— Sería arriesgar a tu familia.

— ¡Jimin-ssi!— dijo Jungkook entrando a la casa rápidamente. — ¡Oh Jin! No sabía que estabas aquí...— Jin-Young solo sonrió apenado pues poco había tratado a la familia de Jeon. 

Dance, DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora