Capítulo 17.

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Él, yo, amarillo.

Thea.

El amanecer es uno de los segundos más impresionantes de la vida, todo está en oscuridad y de un segundo a otro comienza a llenarse de color, lento, rápido.

Siento los pasos de Lucas y me giro a verlo, sus ojos están brillando y siento que el corazón quiere salirse de mi pecho y unirse al suyo como imanes, en cuanto nuestros ojos se encuentran.

—Me gusta esa camisa amarilla— lo señaló y quiero reír, ya que en el centro lleva un sol y nunca usa ese tipo de ropa.

—Es un momento especial— se encoge de hombros.

—Me extraña que no digas que te ves ridículo.

Hace una mueca y observa su camisa.

—Solo importa lo que esté dentro, ¿No?— sonrió.

Abro lentamente mi abrigo y aún cuánto el frio es un poco fuerte, dejo que mi vestido largo amarillo se note, está lleno de flores diminutas y aunque es un poco escotado en la parte superior, es largo hasta los tobillos.

Lo veo tragar saliva y mirarme de arriba abajo, y sonreír.

Hay miradas que causan sensaciones, emociones, sentimientos, cada vez que Lucas me miraba causaba algo, algo fuerte.

—¿Nos vamos?— pregunta y yo asiento.

No tengo idea a dónde vamos, y tampoco es que me lo pregunte.

Yo lo seguiría hasta el fin del mundo, aunque quisiera negarme a reconocerlo.

Lo veo caminar por un sendero y mientras va recogiendo algunas flores pequeñas blancas y amarillas, el amanecer comienza a verse un poquito más, el sol se ve de tantos colores comenzando a mezclarse que no sabría describir como se ve en una palabra, se ve de ensueño, se ve irreal.

Cuando comienzo a ver el mirador me sorprende que no lo hayamos visto antes, se ve la ciudad desde aquí y lejos las montañas, mientras el sol apenas se asoma lentamente.

—Los secretos son sueños que pueden hacerse realidad— me extiende el ramo de flores pequeño que ha creado.

Siento algo en la boca del estómago cuando lo veo mirarme a los ojos.

—¿Los mejores amigos pueden casarse?— su pregunta me golpea el corazón— porque quiero casarme contigo, en amistad para siempre.

Los ojos se me llevan de lágrimas y sonrió.

Es una locura. Está totalmente loco.

—¿Me estas pidiendo matrimonio en amistad?— asiente y sonríe.

—Es una locura, que solo tú y yo haríamos.

Cierro los ojos y los abro de golpe.

—¿Ahora?— pregunto.

Él mira el sol que está comenzando a subir lentamente, un amanecer maravilloso.

—Ahora, sí.

—No sabemos cómo hacer eso— suelto una risa— ¿Que se dice en las bodas?

—Solo hagamos los votos, y lo necesario, el para siempre— sonrió emocionada.

Me voy a casar, ahora, ahora con mi mejor amigo.

—Thea Sloan— el tono de voz que utiliza me causa gracia— ¿Me aceptas a mí, Lucas Blass como tú mejor amigo por siempre?

Asiento rápidamente.

—Acepto— esto me parece tan irreal que siento que el corazón se va salir de mi pecho de tanto saltar.

Me aclaro la garganta y está vez soy yo quien hace la pregunta.

Explorando el amor (Libro 2 de EEA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora