Capítulo 28.

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Mi cumpleaños y... ¿Una fogata?.

Lucas.

—Estas misteriosa— Thea ríe.

—Claro que no— fijo mis ojos en ella y suelta una risa, la conozco.

—Cuando mientes no puedes dejar de reír.

—Que mentiroso.

—Que descaro tienes en llamarme así— ella rueda sus ojos y suelta un risa de nuevo.

—Solo quiero ir a ese mirador juntos, ¿Que tan raro es?

—Es que no puedo creer que en mi cumpleaños no has hecho nada exagerado.

—¿Exagerado como?

—Como darme un montón de globos o un pastel de alguno de mis videojuegos favoritos con colores muy muy fuertes, o hacerme ir a un ridículo restaurante donde cantan cumpleaños— Thea suelta una carcajada.

—¿Mis planes eran así?

—Peores, esos fueron los más suaves.

—Me gustan los cumpleaños, sobre todo el de las personas que amo.

—¿Sabes que es lo único que a mí me gustaba de esos planes?— ella niega con su cabeza.

—¿Que es?

—Que tu hacías lo posible porque fuera perfecto, y te emocionabas y sonreías mucho, eso me gustaba, verte tan feliz.

—¿Aún si los planes no eran tan de tu agrado?

—Aun si no lo eran, esperaba mi cumpleaños solo para ver qué harías, y lo feliz que ibas a estar todo el día.

—Escuchandote así, suena como si hubiese vivido tus cumpleaños como míos.

—Tampoco me molesta eso, eres la única persona con la que no soy egoísta.

Detengo el auto en el mirador y veo una luz encendida a lo lejos.

—Entonces...

—¿Querías venir aquí?— Thea asiente.

—Baja.

Sin dejarme decirle algo más baja del auto y yo la sigo, la veo mirar su celular y luego guardarselo en el bolsillo.

—Tendremos sexo aquí, ¿Es eso, verdad?— Thea me mira, y levanta ambas cejas.

—¿Es una de tus fantasías?

—Se me acaba de ocurrir, sí.

—Lamento decirte que tendrás que guardarla para otro día.

—Es mi cumpleaños— casi sueno como un niño.

—Y por eso debes seguirme— pasa por algunos árboles y cuando nos acercamos a la luz veo que es una fogata.

—¿Una fogata?— pero antes de que me responda se gira.

—Feliz cumpleaños, Lucas— me dice Thea de espaldas y en ese momento comienzo a ver a los chicos salir detrás de los árboles con un montón de gritos.

—¡Feliz cumpleaños!— Hugo es el primero en llegar a mí.

Luego aparecen todos, Fabiana, Eric, Lis, Eva, Frederick y Lewis.

Cuando todos me felicitan, camino a sentarme en uno de los árboles caído que hay alrededor de la fogata, Thea se sienta a mi lado.

—¿Ha sido exagerado?— pregunta, mientras los chicos reparten cerveza para todos, excepto para mí.

Explorando el amor (Libro 2 de EEA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora