7. Ladies and gentlemen, will you please stand?

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La boda de la hija mayor de la familia Choi sería todo lo que alguna vez soñó.

Con el mar de fondo, grandes arreglos florales, el vestido de novia ideal y el novio perfecto, son los elementos que siempre se había imaginado y que se habían vuelto realidad.

El inicio del otoño traía consigo el clima perfecto para la ceremonia al aire libre.

Donde la brisa del océano en la playa privada del hotel refrescaba los nervios de los novios, aún faltaban un par de horas para la ceremonia, y mientras los organizadores corrían de un lado a otro acomodando las hortensias y jazmines justo como la novia había especificado, dentro en una de las suite privadas, era Ellie quien estaba al borde del colapso.

―¡Por dios Chae! No te ves mal ―repetía por quinta vez a su hermana mayor, luego de que no dejara de quejarse acerca de su vestido.

―¡Me veo mal! ―daba golpes con su pie de frustración.

Y es que usualmente las novias solían preocuparse por algo antes de su gran momento, pero con Chae Young todo había sido diferente.

Ningún vuelo, el de sus familiares, amigos ni el de ellos se había retrasado, todas las habitaciones del hotel estuvieron listas a tiempo, y la cena la noche anterior con la familia de ambos novios había resultado bastante bien.

Es por eso que Chae Young no se había preocupado en lo absoluto, hasta el momento en que tuvo que meterse en su vestido, les tomarían un par de fotos y videos antes de la ceremonia.

Pero mucha fue su sorpresa, la de su madre, hermana, incluso de la estilista y maquilladora, cuando cayeron en cuenta que el vestido, diseñado a su medida y hecho en tiempo récord de tres meses no le cerraba.

Fue la fuerza de Ellie la que logró subir el cierre por completo.

―Parezco un kimbap ―sollozaba mientras se miraba en el espejo.

―Chae Young, ¡deja de llorar ahora!

Ordenaba su madre, mientras la maquillista trataba de detener las lágrimas.

―¿Por qué me veo tan mal?

―No te ves mal...

Repetía su hermana menor, nuevamente.

―¡Lo dices porque tu vestido sí te queda! ―de nuevo la histeria en su voz.

Ellie esta vez trató de contener su risa, y si su hermana supiera que compró el vestido de satín lila como había especificado, un día antes de llegar a Busan tal vez se enojaba un poco más.

―Tal vez es por los nervios, ya sabes.

―¡No comí de más! ―gritaba nuevamente ―. Estuve a dieta.

La novia no podía dejar de verse al espejo, porque no importaba cuantas veces le dijeran que se veía bien, por supuesto que ella notaba lo estirado que estaba el vestido en el vientre y en su busto, sus pechos lucían ligeramente más grandes.

Incluso sentía que no podía respirar con tranquilidad, no creía poder pasar toda la noche con el vestido estrangulándola así.

El sonido de un celular la distrajo de sus pensamientos.

Mientras su madre atendía una llamada y la maquillista trataba de terminar su trabajo, Ellie se colocó a un lado de su hermana, ambas tratando de encontrar una solución al problema en su reflejo.

Y como si la hermana menor hubiese leído los pensamientos de Chae Young, su mirada se dirigió a su abdomen, donde el vestido ligeramente estirado llamaba su atención cada vez más.

LOVER - Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora