2. Have I known you 20 seconds or 20 years?

654 25 1
                                    

Un Jueves de Abril mientras afuera la primavera estaba en todo su esplendor, adornando el campus de la Universidad de Seúl con bellos cerezos y verdes arbustos, dentro del edificio que albergaba cientos de libros repletos de información fundamental para la formación de un ser humano, Ellie estaba siendo persuadida por su querida amiga y compañera de cuarto para salir esa noche a divertirse.

Y es que Ellie a pesar de su crianza siempre fue alguien a quien le gustaba pasarla bien, las fiestas y socializar. Pero muy a su manera.

Por su manera se entiende a: hablar con la bibliotecaria, el hombre de mayor edad que trabaja en la tienda de antigüedades que visita religiosamente cada dos semanas y por supuesto los visitantes de la galería cerca de su instituto en la que trabaja los fines de semana, donde son en su mayoría personas en sus cuarentas amantes del arte poco reconocido y valorado con los que suele entablar conversación.

Porque la gente cree que si no es un Picasso o un Boticcelli entonces no es arte real. Pero lo es, y ella sabía apreciarlo en verdad.

Pero esa es otra historia.

―¿Entonces Ellie? ―la castaña se preguntaba cómo es que había terminado de amiga de la persona más insistente del planeta ―. Irás cierto, anda, si lo haces..., te ayudaré con tus maquetas 3D cuando lo necesites ―y chantajista también.

―No lo sé SunHee...

―Vamos Ellie no seas aguafiestas.

―No lo soy, solo que de verdad no tengo ánimos de salir y además, mañana tengo clase a primera hora con el profesor Johnson.

Hizo una mueca al recordar al extraño profesor de Bioprocesos Ambientales, que explicaba de una manera excelente pero solía ser un tanto extraño en ocasiones y demasiado demandante con su clase.

―¿El americano? iugh ―el sonido que salió de la boca de su amiga de cabello rosado la hizo reír ―. Tienes razón tienes que presentarte.

―Lo ves por eso no puedo ir.

Ellie en verdad creyó que le había ganado, pero SunHee era insistente, tenía este sentido de la persuasión que nadie más que conociera tenía. A veces le sorprendía el poder de convencimiento que tenía.

―Solo será un rato y no solo seremos nosotras, irán más personas ―dijo sin más esperando cautivar la enorme curiosidad de su tierna compañera.

―¿Quienes? ―preguntó casi al instante sin hesitar.

―Ya lo verás ―no pudo evitar sonreír victoriosa.

Sabía que a Ellie le gustaba conocer personas por mera curiosidad. Tenía esta facilidad para hablar con cualquiera mayor que ella, aún así no se cerraba a tratar de conectar con las personas de la universidad o alrededor.

La noche cayó y las dos universitarias se dirigieron a la parte más concurrida y divertida de la ciudad.

Una vez bajaron del taxi en el que habían llegado, la castaña reconoció el lugar, era uno de los mejores bares con karaoke incluído, y a diferencia del clásico espacio coreano para juntarse con amigos, este se encontraba en una terraza, haciendo que el espacio al aire libre sea aún más cómodo y con la mejor vista que se pudiera tener, la de la bella Seúl.

―Entremos que muero por una cerveza ―SunHee tomó del brazo a su amiga completamente emocionada, y es que si Ellie hubiese conocido su plan desde un inicio hubiesen pasado dos cosas; número uno, hubiese aceptado enseguida, y número dos, estaría igual de emocionada.

La terraza era espaciosa, además que los dos pisos del edificio funcionaban como restaurante-bar un tanto más tranquilo, con música suave tocando de fondo y un lugar más acogedor para hablar. Dejando el bullicio en la parte de arriba.

LOVER - Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora