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Habían pasado tres semanas desde que Kim desapareció de su vida y sonaría exagerado pero juraba que hasta de la Fas de la tierra, porque por más que busco comunicación con él nadie conocía su locación exacta, los últimos días había experimentado mareos constantes, dolores de cabeza, fiebre y vómito, creía ciegamente que se debía a su escasa alimentación, tras ver qué esos constantes y extraños síntomas seguían se dio valor de hacerse un chequeo, su hermana le acompaño aquel soleado jueves, con la excusa que afirmaba solamente se preocupaba por la salud de su mayor.

—¿Seguro que te has alimentado adecuadamente?—Sana pregunta achicando sus ojos, la bella mujer de cabello negro tiene una pequeña intuición, solamente esperaba que no fuera lo que imaginaba, era la única de la familia Jeon que despreciaba a Taehyung después de haberse marchado y dejado roto a su hermano mayor, sería la primera en sugerir un aborto si es que el menor estaba en espera.

—Si, incluso he tomado pastillas, pero nada, parece que no sirven—Jungkook saca un paquete de galletas con chispas de chocolate de su abrigo negro y comienza a degustarlas, seguido se le podía ver comer esas galletas.

—Joven Jeon —el doctor Park se acerca a él haciendo una reverencia, la sonrisa no abandona sus labios, traía una magnífica respuesta a los resultados de los exámenes de esta mañana, entusiasmado mira al joven delante de él —aqui tiene sus resultados, felicidades.

—¿Qué?, ¿Por qué me felicita?—Jungkook eleva una ceja ante aquellas últimas palabras, el doctor le señala el sobre y con miedo el castaño comienza a leer, lágrimas abandonan sus ojos un lamento enorme crece en su interior —estoy embarazado...

Sus lágrimas y sollozos abandonan su cuerpo, el alma se le desprendió en ese instante ahora más que nunca quería desaparecer, esperaría un hijo del hombre que ya no hacía más en su vida.






Sus lágrimas y sollozos abandonan su cuerpo, el alma se le desprendió en ese instante ahora más que nunca quería desaparecer, esperaría un hijo del hombre que ya no hacía más en su vida

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Londres

La lluvia comenzó a caer desesperadamente, inundando todo a su paso afortunadamente el hombre de negocios se encontraba frente de su residencia, con una mueca presente sobre sus labios él se decidió a descender de su automóvil.

Dentro de su hogar se digno a preparar un poco de café, busco un paquete de galletas encendió la gran pantalla delante de su sofá y se puso cómodo, la corbata fue directo al suelo aún así algo le parecía extraño.

Su ropa no iba acordé a su momento de tranquilidad, con pesadez se puso de pie y camino directo a su recámara busco una pijama, regreso al gran sofa de tal modo dándole seguimiento a lo que hacía anteriormente.

—Que aburrido es aquí..— Murmura para sus adentros prestando poca atención a la película que transmitían, fuera podía distinguir la lluvia torrencial que caía pues el silencio en la enorme casa permitía que se escuchará con claridad lo que sucedía.

Una calida sesión de yoga fue lo que lo ayudo a conciliar el sueño, a su edad el desvelarse no le convenía y menos cuando era pilar de toda una empresa.

La mañana helada le recibió a primera hora, pese a ser que aún no amanecía bien el cielo aún se mostraba oscuro y con nubes que avisaban un clima nublado para más tarde, la neblina le acompañaba sintiéndose más friolenta que de costumbre, aseguraba que moriría de hipotermia, y no es que a Taehyung le guste exagerar.

Dejo sobre un gancho su toalla y lentamente abandono aquel punto de su hogar, preparo un té y busco más galletas, al despedirse de aquella silenciosa residencia el reloj recién marcaba las seis de la mañana.

Iba a conducir aproximadamente una hora y media, estaría llegando puntualmente o quizá hasta con unos minutos más de sobra para la primer reunión del día, su portafolio en manos un abrigo y un paraguas debajo de su brazo, emprendió marcha le bastaron exactamente ochenta minutos para aparecer frente la lujosa Kim's Enterprise según indicaban aquellas letras enormes de color oro que le recibían, verificó la hora en su preciado Rolex dando con su bendita suerte recién las manecillas marcaban las siete y media de la mañana, bastante temprano para su gusto.

Desde que comenzó a crear una nueva vida no había día en el que no desperdiciara su tiempo en aquél amplio edificio buscando escapar de la fría realidad, aquella donde no tenía a Jungkook y mucho menos a Junghyung.

Los labores empresariales no eran algo que le fascine de lleno, pues aquel puesto nunca fue de su agrado, había aceptado comenzar a laborar en dicho lugar fue únicamente por su representante, el señor Kim Daehyung quién tenía la edad de un vejestorio, sin exagerar, el anciano tenía setenta años ya.

Es por eso que siendo él, el único que podía heredar aquel puesto fue que se vio en la obligación de aceptarlo.

No importaba que hora fuera puesto a qué su día se esfumaba en un abrir y cerrar de ojos, así él dejara juntarse los reportes y documentos estos se le evaporaban tal humo de cigarro dejándolo libre a tiempo, lastimosamente se acostumbro a laborar con agilidad con la esperanza de volver a su casa lo más pronto posible.

Una vez su jornada fue concluida se vio en la necesidad de abandonar su gran oficina, el viento soplaba de manera agradable, a pesar de ser de noche las calles de Londres seguían muy transitadas y aquello lo ocupaba un poco más. Aceptaba muy en su interior que eso no le molestaba, le parecía satisfactorio ya que lograba perder tiempo.

Porque lo que menos deseaba era llegar a la soledad de su casa y ver la fatídica realidad, una mansión silenciosa dónde únicamente él habitaba.

Donde el silencio reinaba, porque ahora comenzaba a notar que al menos al regresar a su antigua casa podía ser bien recibido por su castañito, por una sonrisa calida y unos brazos ansiosos de tenerlo, la pequeña sonrisa de su hijo, dibujos o risas, un calor único era el que siempre lo esperaba.

Detestaba con el alma a quien le arrebato toda su felicidad

No lo iba a negar extrañaba a Jungkook, y siendo un joven aún tenía la oportunidad de buscar un nuevo compañero, sin embargo no se veía alado de alguien más, ni siquiera para una sola noche.

No sería lo mismo si no era Jungkook, no tendría sentido.

Serendipity|• ᵀᴷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora