3

454 94 1
                                    

El corazón de Jungkook falleció por completo, se le resbaló hasta hacerse añicos en el suelo, las lágrimas descienden con lentitud por sus mofletes, pasa el puño con rabia por sus orbes y asiente a la nada.

—Nos vamos a divorciar entonces, no planeo seguir viviendo está mierda.

Aquella noche no durmieron juntos, por primera vez en sus cinco años de matrimonio cada uno estaba dividido, después de haber compartido infinidades de recuerdos memorables se sentían tan distantes, Taehyung durmió en el sofá y Jungkook en su cama, sintiendo el helado de la noche más rudo que otros días, su corazón inquieto clamando correr tras el hombre que fue dueño de sus suspiros, y el de Kim no estaba tan alejado de él, suplicando disculparse, pero ninguno actuó impulsivamente por primera vez en sus 20 años de conocerse.

Los días pasaban, los papeleos para su separación seguían en curso, la casa poco a poco perdía vida nada se sentía como antes, la ropa de Taehyung comenzaba a desaparecer del armario que compartían, la familia Jeon apoyaba a su único hijo varón en esta mala pasada mientras Kim se enfrentaba a la situación completamente sólo.

Los rayos del sol acarician su rostro, la brisa de verano le hace revolotear las hebras azabaches, el reloj recién marcaba las ocho, estaciono el auto frente a la cochera y descendió de este en silencio, sin decir nada se adentro a la casa, en busca únicamente de Jungkook al encontrarlo en la cocina se acercó lentamente sostuvo con recelo sus mejillas y le beso, fue un beso tan dulce.

Torpemente Jeon le siguió con temor, si tan solo supiera que sería la última vez que probaría esos labios detendría el tiempo, somos tan viciosos cuando se trata de buscar nuestra felicidad, una de las largas manos de Kim descienden hasta sus caderas, afirma su agarre y el castaño se aferra a él como si su vida dependiera de aquella acción.

Todo fluye entre ambos, sus almas se sostenían con amor después de dos años y medio, se están entregando una vez más, la última para ser directos.

Una cosa llevo a otra y cuando menos lo imaginaron se terminaron de unificar, se volvieron uno solo esa noche, suspiros, gemidos y sonidos obscenos llenaron la recámara color celeste, la luz de la luna brillaba en ambas pieles desnudas, agotados y con los corazones latiendo desenfrenadamente fue que se miraron una última vez, los ojos del menor pesaban con pereza se sostuvo del cuerpo ajeno susurrando un pequeño.

—Taehyung, te amo— finalmente derrotado por el cansancio termino durmiéndose.

El corazón de Taehyung dolía, las lágrimas descienden por sus mejillas beso la frente del castaño y con sigilo se levantó, busco cada una de sus prendas se las coloco y abandono la recámara, tomo su maleta que estaba en la habitación de huéspedes terminando por marcharse.

Dejaron de sentirse inefables.

El alba naciente llegó y con un pequeño dolor en la cadera Jungkook abrió los ojos, esperando encontrarse con el cuerpo de su amado grande es su sorpresa al descubrir el otro lado vacío, un sobre blanco descansa en lugar del moreno, su corazón se acelera sus manos tiemblan.

El siguiente nocaut para su débil corazón se aproximaba.

Con dificultad abre el sobre desdobla la hoja blanca que está resguardada en esta y sus ojos se deslizan sobre los trazos, la vista se le nubla conforme va leyendo se negaba a creer que se estaban despidiendo de él.

Jungkook

Seguro cuando estés leyendo esto recién despiertes, lamento que esto sea lo primero que veas en el día, me duele lo que estamos pasando.

Dejamos de estar unidos, se que tu te sientes igual que yo, hemos discutido más de lo que solíamos hacerlo, no nos reconozco Jungkook.

Aunque estemos juntos me siento solo, ya no funcionamos más, aunque mi corazón solamente te quiere a ti he decidido que esto es lo mejor, me alejaré de tu vida para que logres mejorar, espero que sigas adelante después de ésto.

Puedes odiarme porque yo me odiaría, me iré a París esta mañana, te amo y es por eso que no quiero seguir dañandote, gracias por estos años de felicidad en mi vida.

Te extrañare, pero esto es lo más sano que puedo hacer ahora.

Te ama, Taehyung.

Lo siguiente que encontró en ese sobre fue el documento que debía firmar para cerrar su divorcio la firma de Taehyung ya estaba grabada, el llanto lo destruyó finalmente llevándolo a soltar gritos de agonía, había perdido todo en su vida.

Tenía anticipado que un suceso como este llegaría tarde que temprano, sin embargo su corazón no se hizo a la idea de perder a quien le juro amor eterno.

Por más que llorará, gritará, o se lamentará nadie lograría escucharlo, de forma torpe busco ropa se vistió y corrió en busca de aquel azabache, aunque considerando la hora seguramente él ya se encontraba rumbo a Francia.

Sus piernas no respondían, pasaba las calles como si fuera un inmortal, sentía que todo se detenía, excepto aquel vuelo que seguro ya estaría llevándose al amor de su vida, tal y como ese automóvil que se llevó a su pequeño Junghyung.

La vida no volvería a tener sentido después de este día y el castaño de ojitos expresivos lo sabía perfectamente.

Jungkook decidió no lamentarse más, seguir con su vida tras haber llegado al aeropuerto y notar que fue demasiado tarde, el último vuelo había partido hace media hora, su corazón se fue en las manos de Kim Taehyung, sin embargo esta vez haría algo bien de nuevo, y esa decisión por más que doliera debía ponerla como prioridad y sería, olvidar a Kim Taehyung.

Aunque sería difícil él sabía que podía lograrlo, la vida es todo un enigma y no tenía ni un poco de importancia en lo que se vendría, aquella noticia le caería como un balde de agua fría en cuanto se enterará que misterioso era el destinó.

Porque a Jungkook le esperaba una gran sorpresa a futuro.

Serendipity|• ᵀᴷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora