- Estamos cerca - dijo Enju, observando el lugar desde lo alto
- Nunca habiamos pasado por este lugar, ¿o si? - pregunto Sango
- Creo que estamos cerca de dónde solía estar el monte de las animas, si mal no recuerdo
- El lugar donde se escondio Naraku
- ¡Es ahí! - dijo la alfarera, señalando un enorme árbol que se elevaba por encima de los demás
- Qué árbol tan grande - se asombo la exterminadora
- Jomon Sugi - dijo el monje - Es uno de los árboles más antiguos de la región
Descendieron lentamente hasta quedar al frente del gran tronco que sostenía sus inmensas ramas
- Señora Youmajo - dijo Enju
En ese momento, el tronco comenzo a emitir un brillo dorado, el cual provenia de su interior
- ¿Quién es? - respondio una voz garraspoza
- Enju, señora
El brillo comenzó a disiparse, volviendose la figura de una anciana de cabello dorado, vestido del mismo color, alta y de una linda figura
- Pequeña Enju, cuanto tiempo sin verte - emitio una leve sonrisa - ¿Qué te trae por aquI?
- Señora Youmajo - hizo una pequeña reverencia - Hemos venido hasta aquí porque unos amigos necesitan de su ayuda - los señaló
- ¿Un monje y una exterminadora? - los miró de pies a cabeza - ¿Para que quieren mi ayuda?
- Señora - dijo Miroku, haciendo una reverencia - Permitame explicarle todo desde el principioProcedio a relatarle todo lo ocurrido con el ataque de Yorunokagi y su poderoso hechizo
- Comprendo - dijo la mujer - Los poderes espirituales de esa sacerdotisa deben ser más fuertes de lo normal
- ¿Por qué lo dice? - pregunto Sango
- Cualquier otra sacerdotisa, ya hubiese muerto, claro, en caso de que su amiga siga con vida
- Entonces, ¿nos ayudara? - preguntó el joven
- ¿Y yo que ganaré a cambio?
- ¿Disculpe?
- ¿Crees que hago estas cosas por caridad, monje? - se cruzó de brazos
Los jovenes se miraron, casi resignandose a irse con las manos vacias
- Señora - pronuncio Enju - Por favor... viví con Urasue durante mucho tiempo, conozco como se manejan las brujas - miró al suelo - Pero también sé que usted no es como ella, ni como Soroshima... La sacerdotisa Kagome es una buena persona y no merece un destino como este
- Enju - dijo en un tono conmovedor - ¿De verdad esa mujer significa mucho para ti?
- Bueno - sonrio - Ella y sus amigos me ayudaron cuando más lo necesitaba... de hecho... de no ser por ella, probablemente no seguiría en este mundo
- Está bien - suspiró, cerrando sus ojos - Creo que tendré que conformarme con el simple hecho de arruinarle los planes a la hija de la arpía de Soroshima
Sango y Miroku se miraron, sonriendo
- De verdad, se lo agradecemos mucho - tomó las manos de la anciana, quién lo miró sorprendida
- ¿Qué está haciendo? - apretó su puño
- Sólo trato de ser amable, Sango - sonrio, incómodo
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El Libro de las Almas
FanfictionKagome fue designada para proteger El Libro de las almas, un poderoso elemento que guarda secretos y conjuros desde tiempo inmemorables. Yorunokagi, una joven bruja, desea apoderarse de él con la intención de vengar la muerte de su madre. *Esto es u...