Capítulo 14

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- Al fin pude despojarme de los débiles poderes de esa bruja - se estiró - ¿Y tú que me ves?

Miró a Higi, quién estaba en posición defensiva

- Gato asqueroso - levantó la mano derecha - Más te vale mantenerte al margen, de lo contrario...

El animal dio unos pasos atrás, sin cambiar su expresión corporal

- Así me gusta - sonrió - Bien... creo que ha llegado el momento de preparar el escenario

Puso su dedo índice sobre las marcas de las estrellas de su cara

- Shōkan suru jigoku no gobōsei - estiró su mano y en el suelo apareció la imágen de la estrella

Se colocó al centro de la misma, entrelazando las palmas de sus manos

- Demonios del inframundo - cerró sus ojos - Los invoco... para que regresen a este plano y puedan terminar lo que comenzaron

El cielo se oscureció de repente, mientras que, a las afueras de la gran mansión, cientos de monstruos comenzaron a emerger de la tierra

- El cielo - miró hacia arriba la exterminadora

- ¿Qué esta ocurriendo? - preguntó Ginta

- No lo sé, pero esto no me gusta nada - respondió el monje

- Perfecto - sonrió - Ahora sólo necesito encontrar una utilidad para ti - dijo, al mismo tiempo en que la imágen de la loba venía a su mente - Lo tengo - la imágen de Koga apareció - Eres su esposa, ¿no es así? Bueno, le harás compañía a esta jovencita - miró a Rin

Se dirigió al cuarto contiguo y, tomando a la joven, desvaneció el campo de energía que la mantenía suspendida

- Estó inconsciente - murmuró, sosteniendola en sus brazos - Será pan comido

Apoyó el cuerpo de la joven y puso ambas manos en su pecho. En ese instante, una energía maligna las envolvió

- Tu alma se quedará en lo más profundo de tu interior y tu cuerpo, sólo obedecerá mis órdenes - rió, al mismo tiempo en que Ayame abría sus ojos, los cuales, al iguales que los de Rin, estaban completamente negros

- ¡Niña! - gritó

Unos instantes después, la otra jóven apareció en la puerta de la habitación

- Ven aquí

Cuando la tuvo al frente, colocó su dedo índice a la altura de su cuello, oscureciendo aún más el collar que llevaba incrustado

- Con esto ya no despertarás... esa bruja fue demasiado débil al poseerte... ahora, vayan afuera y preparencé

Ambas jóvenes salieron de la habitación

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- El número de presencias se ha incrementado considerablemente - dijo Miroku

- Si, el olor a monstruos támbien - acotó Koga - No podemos seguir esperando a esa bestia

- ¿Tienes otra idea? - preguntó Sango

- ¡Chicos!

- ¡Kagome!

Respondió la exterminadora al mismo tiempo en que los demás llegaban al lugar

- ¿Qué haces aquí pulgoso? - se quejó

- Cierra la boca bestia - le dio la espalda - Ayame está ahí adentro

El Libro de las AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora