Capitulo 4

328 56 7
                                    

August se encoge de hombros, pero tiene razón. Si mis hermanos no fueran tan competitivos y mis padres no se sintieran tan decepcionados con mis resultados, tal vez no sentiría la necesidad de probarme a mí mismo ante todos.

No eres lo suficientemente alto.

No eres lo suficientemente grande.

No puedes usar ropa cómo esa.

¿Por qué no puedes ser como tus hermanos?

¿Por qué no puedes dejar de ser una decepción?

Es solo una fase.

Crece de una vez, Jin.

Esas frases y preguntas me las decían tan a menudo cuando era un niño, que de alguna manera había deformado mi cerebro. Ahora, cada vez que alguien me subestima, me vuelvo un poco loco, queriendo demostrar que si puedo hacerlo. Puede que no sea alto ni fuerte, pero soy inteligente y decidido. Puedo hacer cualquier cosa que me proponga.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo y veo que Colin ya me ha enviado un mensaje de texto. Nada emocionante, solo un mensaje genérico de "un gusto conocerte".

Le devuelvo una carita sonriente porque no sé de qué otra manera responderle. Colin es el chico de mis sueños. Es educado, inteligente, guapo y un verdadero padre de familia que ama a los niños. Él es todo lo que quiero en un hombre. No puedo estropear esto por seguir interactuando con Kook.

No, necesito sacarlo de mi vida por completo.

Puede que sea algo problemático ya que él forma parte de mi círculo íntimo. Y deshacerse de Kook ha resultado ser más desafiante de lo que esperaba.

—Me dijiste que él no estaría aquí —le susurro a mi amigo Namjoon mientras intento en vano que mi toalla se asiente en la arena.

Simplemente se niega a quedarse quieta mientras el viento sopla sobre ella.

Mi amigo se pasa la mano por el estómago desnudo y mira hacia el océano.

—No iba a venir, se suponía que se iba de acampada con unos amigos. Sin embargo, cambió de opinión en el último minuto. ¿Me pregunto por qué? —Namjoon se gira para mirarme y sonríe.

Uso mi dedo para hacerle un gento y que se dé la vuelta para ocuparse de sus propios asuntos. Luego miro las olas y observo cómo Kook se levanta en la tabla de surf y monta una ola antes de ser alcanzado y caer en el océano. Un momento después, vuelve a emerger del agua, sus brazos musculosos se agarran a su tabla y se alza sobre ella una vez más. Es muy decidido, le daré eso a su favor.

—Es bueno, ¿eh, bebé? —Dice Nam a Jimin, quién está quitándose la arena de su pequeño dosel—. Ha estado viniendo aquí junto a Mal, supongo.

Jimin tararea una respuesta, y Nam se vuelve hacia su prometido frunciendo el ceño. —¿Quieres dejar de cepillar la arena fuera de nuestra tienda?
Estamos en la playa, obviamente nos vamos a ensuciar.

Jimin suspira, empujándose un mechón de pelo oscuro detrás de su oreja y mordiéndose el labio.

—Odio la playa.

—Te encanta la playa.

—Te amo —murmura—. Vine aquí para hacerte feliz. La playa puede irse al infierno.

Nam sonríe ampliamente y prácticamente se sube en el regazo de su prometido, presionando su boca contra la de Jimin.

Está bien, basta de esto, pienso mientras giro la cabeza lejos del par de tortolitos. No sé por qué me molesté en venir aquí con ellos. Lo más probable es que terminen bajo ese estúpido dosel besándose todo el rato. Desde que Nam se metió en la cama de Jimin, han sido inseparables. Digamos que no lo había visto venir.

APUESTA TEMERARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora