Capitulo 12

309 56 4
                                    

—Kook, ¿me estás escuchando? —Pregunto, haciendo una pausa de donde estoy leyendo en el libro para oír la respiración en el otro extremo del teléfono. Es cortante e inestable, y pongo los ojos en blanco—. ¿Es enserio? —Digo y luego permito que una pequeña sonrisa divida mis labios.

Han pasado dos días desde mi fiesta de pijamas en casa de Kook, en donde me folló hasta el olvido. Para ser honesto, necesitaba algo de tiempo para recuperarme después de eso, porque no fue una jodida lenta como todas las veces anteriores. No. Perdió por completo cualquier autocontrol que tuviera sobre sí mismo y me dio tan fuerte que literalmente sacudimos toda la casa rodante. Perdí la voz al día siguiente.

Y todavía me duele el culo. Si bien necesitaba tiempo para dejar que mi pobre agujero sanara, extraño tenerlo cerca. No debería, pero lo hago. He estado analizando demasiado estos sentimientos florecientes y he llegado a la conclusión de que me gusta Kook. Me gusta muchísimo Kook. La verdadera pregunta es, ¿cuánto le gusto yo? ¿Esto llegará a alguna parte o solo lo hace por la diversión del juego, la competencia y la emoción? ¿Se trata simplemente de un momento fugaz para él? ¿Una aventura con un hombre antes de que vuelva a salir con mujeres?

Es más que seguro que para mí ya no se siente como una aventura o un juego. Como Kook no ha aparecido en las últimas dos noches, recurrí a llamarlo cada noche y leerle antes de acostarme. Puedo decir que le gusta el libro porque a veces me interrumpe de vez en cuando y me hace preguntas, y una vez, incluso se rio.

—¿Qué? —Kook respira al otro lado de la línea.

—¿Estás...? —Bajo mi voz a pesar de que estoy solo en mi apartamento—. ¿Te estás masturbando ahora mismo?

Resopla. —Nah.

Puedo oír un crujido, me quito el teléfono de la oreja y presiono el botón para activar la cámara. Suena un momento antes de que Kook responda. Puedo ver sus mejillas sonrojadas y sus pupilas dilatadas. Me doy cuenta de que no lleva camisa y me pregunto emocionado si tampoco llevará pantalones. Dios, un Kook desnudo es una visión gloriosa.

—Eres un mentiroso —le digo con una pequeña risa—. Pero, ¿qué pasa contigo? Estoy a mitad de una parte buena. Hemos estado esperando por esto...

—Lo siento —interrumpe—. Pero tu voz es tan sexy. Y ahora estoy jodidamente caliente todo el tiempo.

—Kook —Me sonrojo felizmente—. ¿Por qué no viniste simplemente? Podría haberme encargado de eso por ti.

—No puedo. Fui demasiado rudo la última vez.

—Um, no. Fue perfecto —digo, mi polla se engrosa solo de pensar en cómo se había empujado dentro de mí. En nuestros cuerpos retorciéndose juntos.

—Apenas podías caminar a la mañana siguiente.

—Y eso, amigo mío, es una buena jodida. No dejes que nadie te diga lo contrario.

Me mira y luego niega con la cabeza. —No, Jinnie. Tengo que darte un respiro. No puedo controlarme cuando estoy a tu alrededor.

Suspiro con fingida molestia y Kook dice: —Muéstramela.

Me hago el tonto. —¿Mostrarte qué?

Gruñe con molestia. —Quiero ver tu polla. Sácala, me encanta mirarla.

—No lo haces —Respondo con un bufido y luego me doy la vuelta y me bajo los pantalones, sujetándome a mí mismo.

—Oh, mierda. Te la estás tocando, ¿verdad? —Pregunta, sus ojos se oscurecen con lujuria—. Muéstrame —gruñe.

—Nope.

—Jinnie —se queja.

—Debería haber venido. Te estás perdiendo todo esto.

APUESTA TEMERARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora