CORBEL

Comienzo

Por fin, después de haber trabajado para poder pagarme los estudios de administración, lo había conseguido, me había graduado.
Las horas de estudio y haber trabajado tanto como camarera, recepcionista y auxiliar de administración, habían valido la pena y lo había conseguido.

No negaré que estaba agotada y que había sido un camino largo. Pero mereció la pena cada uno de los esfuerzos y retos que tuve para llegar a ello, ya que después de 6 meses de acabar los estudios había conseguido un trabajo en un despacho de arquitectos muy famoso de mi ciudad y empezaría el lunes de la semana que viene como secretaria de dirección.
Desde el momento que entre en las oficinas de la empresa tenía el corazón en la garganta, pero deseaba con todas mis ganas conseguir ese trabajo, ya que sería una gran experiencia y la empresa era conocida tanto en España como internacionalmente.
Laura, la directora de recursos humanos, me cayó genial desde el primer momento. Porque desde el minuto cero fue muy sincera en lo que le gustaba en los empleados y lo que la empresa necesitaba y ofrecía. Seguimos hablando por más de una hora, hasta que al final de la entrevista me pregunto si tenia disponibilidad para empezar el próximo lunes, ya que le había gustado mucho y se veía que era una persona que deseaba el trabajo, por supuesto que le dije que si y le di las gracias como mil veces antes de salir camino a mi casa con una gran sonrisa en la cara. Hacía mucho tiempo que no estaba tan eufórica.

Nada más salir de las oficinas, cogí el teléfono y llamé a mi mejor amiga Lydia.

- ¡Ly! ¿A que no sabes qué?
¿Pupi, qué pasa?


Siempre me había llamado así, desde que estuvimos trabajando juntas en el comedor del hotel de su tío y empezamos a hacer bromas con los personajes de los minions, podéis juzgarme, pero esos bichejos amarillos son la monda.

- ¡Ly! ¡He conseguido el trabajo! Desde el próximo lunes empiezo a trabajar en BIM CORBEL- casi me pongo a llorar de la emoción.
- ¡Hostia! Pupi me alegro un montón, te lo mereces nena. Mañana tenemos que salir a celebrarlo, ya sabes cena en mi casa y salimos a romper la noche, vamos a celebrar por todo lo alto que Anna Martínez, alias pupete salvaje a conseguido el trabajo de su vida.
- JAJAJA, mira que eres tonta- A veces Ly tenía unos puntos muy locos, pero me encantaba esa loca que tenía como amiga.
- Si, ¿mañana a las 21 h te parece que este por allí?
- Sip, aquí te espero. Te quiero y por dios ponte bien sexy, porque mañana tenemos que romper con todo. -Reí y colgué la llamada. 



Cuando llegue a casa se lo conté a mi madre y las dos no podíamos parar de sonreír.
Mi madre era la persona más valiente y fuerte que conocía, nos había sacado adelante a mi hermana mayor y a mí sola.Ya que desde que se divorció de mi padre que la maltrataba psicológicamente tratándolo de inútil, gorda y mil mierdas más que ella no se merecía ni realmente era y se enteró de que él nos maltrataba físicamente aprovechando que ella era la que trabaja de los dos y estaba todo el día fuera, le pidió el divorcio y lo hecho de casa sin dudas. Fueron unos años duros, pero ella consiguió ser feliz y con mucho trabajo nos había cuidado y querido. Es la mejor madre del mundo y todos mis amigos la llamaban mama Susi y más de uno ha querido venir a vivir con nosotros, según mi abuelo mi casa no era una casa, era un hostal lleno de adolescentes.


Pase todo lo que quedaba del viernes con mi madre y estuve hablando con mi hermana por teléfono, ya que ella vivía en Madrid desde hacía un tiempo. Cenamos mi plato favorito, vimos unas cuantas pelis de suspense que nos encantan tanto a ella como a mí, pero ella siempre te las joroba ya que solo viendo 20 minutos de la película/serie, ya sabe quien es el asesino, porque lo ha hecho y como ha escondido el cadáver. Joder, si esta señora no fuera mi madre le tendría miedo, porque sabría matar y esconder un muerto sin que nadie la descubriera. Al final de la tercera película, ya no podía con mi alma y me fui a dormir.

- Anna, levántate ya. Que son las 12 h, venga a la ducha.
Abrí los ojos al oír a mi madre hablándome justo para que me diera la luz de la ventana que la muy... acaba de abrir con toda la mala leche del mundo.

- ¡MA! Por dios, mis retinas!- Corrí a refugiarme debajo de mis sabanas.- Un poco más de amor ¿O quieres dejarme ciega? ¿Ese es tu plan verdad?
- Si me has pillado, es mi venganza por las 12 horas de parto que me costó que nacieras. Deja de decir tonterías y sal de la cama, que duermes más que el gato.

Cuando salí de debajo de las sabanas fui a la ducha, aunque en el camino me acordé de todos sus ancestros, porque aunque la quiero con locura es mala y eso de abrir las ventanas cuando alguien está bien dormido y no te ha hecho nada, es de ser una persona malvada.

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En este primer capítulo no hay nada interesante, ya sabéis a que me refiero, pero prometo que a partir de este todo será mucho más interesante.

Esta historia será actualizada entre 1 o 2 veces a la semana, espero que os guste.

Besos, Anna