Jugando

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Tenerlo mirándome de esa manera y tan pegado a mi cuerpo, me estaba haciendo temblar de pies a cabezas. Pero no iba a dejar que lo notara.

-¿Quieres beber algo, te invito?- Adrián se acercó a mi oído, haciendo que me recorriera un escalofrío por la espalda y aprovecho la ocasión para encerrarme entre su cuerpo, Luis y la persona que tenía en el lado que ellos no ocupaban.

Mire a ambos y pude ver que estaban disfrutando de ponerme nerviosa, pero a eso podíamos jugar los tres. Así que lentamente acerque mi mano a su nuca y hice que se acercara a mí para poder susurrarle en el oído, haciendo que mis labios rozaran su lóbulo y pudiendo notar como se ponía tenso por ese roce.

-Claro, gracias. Yo quiero una coronita y un chupito de Jose Cuervo, sin sal ni limón.- Al separarme, lo miré a los ojos y sonreí. Él me devolvió la sonrisa y se giró hacia la barra, pero sin separarse de mi cuerpo. En el momento que Adrián se giró, Luis aprovecho para acercarse también a mi oído.
-¿Sabes? Realmente ha sido una gran sorpresa encontrarte aquí hoy. Espero que ahora que Adrián y yo volvemos a estar en el pueblo, nos encontremos más a menudo.- acerco su mano a mi cuello y con sus dedos acaricio mi nunca, casi imitando el movimiento que había hecho yo con Adrián. -Ya que me gusta ver lo nerviosa que te pones, cada vez que nos acercamos a ti.

Justo cuando iba a alejar su mano de mí, el sonrío levemente y se alejó. Adrián se dio la vuelta dándome las bebidas, las que cogí rápidamente y dándole las gracias me bebí el chupito de un solo trago. Me di la vuelta rápidamente entre ellos y dejé el vaso vacío en la barra.

-Gracias por la bebida, pero he de irme.- Empuje suavemente a Luis y me colé entre ellos para poder irme lejos de esos dos, que lo único que hacían era ponerme entre nerviosa y excitada.



Cuando llegue a la pista, Ly estaba bailando con una amiga suya del gym y yo me puse a bailar con ellas, mientras intentaba no pensar lo que había pasado en la barra.
Seguimos bailando, a veces entre nosotras dos y otras, con algún chico o chica que se nos acercaba y nos rozábamos un poco de más, pero realmente todos lo disfrutábamos. No paramos de bailar, hasta que el DJ puso la canción que ponía de cierre y se encendieron las luces del local.


-Anna, voy al baño y voy donde Pau a buscarte- Asentí y me di la vuelta yendo hacia la barra,
 donde Pau ya estaba acabando de recoger los vasos que quedaban.

- ¡Hola preciosa! ¿Pau, me puedes dar una botella de agua helada, por favor?
-Claro cariño- Abrió la nevera que tenía justo al lado y me dio una.- En unos 15 minutos, estoy de recoger y limpiar esto y nos vamos, ¿ok?- Yo asentí, estaba un poco borracha así que se me ocurrió hacerle un comentario, quizás era una mala idea pero me daba un poco igual. Ya que si ellas no se tiraban a la piscina iba a darles un pequeño empujón.
-¿Puedo preguntarte algo?- Ella asintió, mientras seguía cargando el lavaplatos- ¿Cuándo vas a decirle algo o a lanzarte con Ly?- Pau me miro con los ojos bien abiertos y pude ver como empezaba a sonrojarse.
-¿Qué? ¿Yo?...- cada vez estaba más colorada- ¿Cómo?
-Tranquila, respira- solté una pequeña risita-Te conozco desde hace tiempo y veo como la miras y sé que te gusta. Y sé que ella también le gustas. Pero solo te diré, que si quieres que entre tú y ella pase algo, tendrás que ser tu la primera que haga algo. Ya que ella, aunque no lo parezca, cuando le gusta alguien seriamente y no solo para una noche, se vuelve extremadamente tímida y le entra el miedo a estropearlo. ¿Así qué dime, qué harás?- Mientras hablaba con ella, puede ver como Lydia se dirigía hacia nosotras, así que le hice una pequeña sonrisa juguetona y levante la mano y señale con disimulo a Ly, para que se diera cuenta de que ella venía.
-¡Hola Pau! ¿Cuánto te queda?- Ly estaba un poco borracha y se apoyó un poco en la barra. Así que no se dio cuenta, de lo colorada que estaba Pau.
-5 minutos y nos vamos.- Miro a Lydia de arriba abajo y puede ver cómo su mirada cambiaba de nerviosa a decidida- ¿Y Anna?- La mire, mientras esperaba que confirmara lo que ya sospechaba-Esa ficha es mía y voy a moverla.- No pude evitar reírme por como lo había dicho, muy pero que muy sutil si señora.

Ly no se dio cuenta de lo que me dijo Paula, ya que justo en ese momento estaba despidiéndose de su amiga del gimnasio. Después de que Pau acabara de limpiar, cogimos las tres nuestras bolsas que habíamos guardado como siempre detrás de la barra y nos dirigimos hacia la salida donde nos esperaba Sergio.

-¿Listas chicas?- Todas asentimos- Pues vámonos a Edén que yo necesito unas cuantas copas.
¡Madre mía! Yo no sé si la gente cada vez está más loca o soy yo que me estoy haciendo más viejo y ya no aguanto sus tonterías.
-Es la gente que está muy loca y no eres tan viejo, que solo tienes 33 años. Venga, vámonos, que me debes 2 cervezas más por haber conseguido mi trabajo nuevo- Mientras le decía eso lo empuje un poco y los dos nos reímos.
Los 4 fuimos hablando y riéndonos, los 10 minutos que tardamos en llegar a Edén. Al llegar saludamos al portero y entramos directos a la barra, donde el hermano de Sergio que era el dueño, estaba sirviendo unas bebidas.

-Hermanito, señoritas ¿Qué tal estáis, aparte de preciosas?- Marcos tenía una personalidad que embrujaba a la gente y para mí era como mi hermano mayor, un hermano mayor extremadamente guapo y con un cuerpo de escándalo, eso era una verdad que ni yo podía negar.
-Gracias, guapo. Tú tampoco estás mal- Sergio puso una voz muy femenina mientras se apartaba la melena imaginaria y sonreía a su hermano.
-Mira que eres tonto. ¿Estás seguro que no eres adoptado?- Pau, Ly y yo no pudimos evitar reírnos, ya que estos dos siempre estaban a las greñas y sus peleas verbales no paraban de hacerte reír porque iban desde lo más infantil al sarcasmo en un segundo, aunque se querían con locura.- No, no ya lo sé. Lo que pasa es que mama te acunaba muy cerca de la pared y por eso estás así- Marcos no podía parar reír de su propia broma.
-Ya está bien chicos. Lo dejamos en tablas, los dos sois tontos, pero os queremos con locura.-Los dos me miraron mal, pero acabaron por ceder y me sonrieron.
-¿Bueno chicos, qué queréis beber?
-Pues una coronita para Anna, yo quiero un whisky con hielo y ¿vosotras?- Sergio se dirigió a Lydia y Pau.
-Yo quiero un gin-tonic de los tuyos Marquitos, ya tú sabes.- Con eso Ly, se refería a un gin-tonic supercargado especialidad de Marcos.
-Yo quiero un vodka con Red Bull.
-¡Oído!- Marcos nos sirvió las bebidas y nos las tomamos en la barra con él, mientras bromeábamos y yo le contaba que había conseguido el trabajo. Se alegró un montón y nos invitó a los 4 a una nueva ronda y se despidió de nosotros para seguir trabajando.


Los 4 nos dirigimos a la pista y mientras Sergio y yo estábamos bailando, tanto con Sergio y Ly podía soltarme completamente bailando y pegarme completamente a ellos y ninguno de ellos intentaría nada, ni me juzgaría por ello, ya sabéis a lo que me refiero más de una.
Una chica con la que Sergio se había acostado algunas veces, se acercó a mí y se puso a bailar bien pegada a mi cuerpo, cogiéndome por la cintura y haciéndome girar para que ella quedara pegada mi espalda y empezó a moverse al ritmo de la música de una manera muy sensual, mientras Sergio se ponía justo delante de mi, bien pegado a mi cuerpo.
Los 3 seguimos bailando y rozándonos por un rato hasta que de un momento a otro Sergio paso su mano hasta el cuello de la chica, aún pegada a mí y la acerco a él y la beso queriendo devorarla. Cuando se separaron yo me separe de ellos, porque sabía que estos dos iban a comerse la boca como locos y irse a follar y yo no quería estar en medio. Aunque tenía que decir la verdad, esos dos me había dejado mojada y con ganas de acostarme con alguien.

Me moví por la pista buscando a Pau y a Ly, pero cuando las encontré me quede alucinada, ya que se estaban besando de manera brutal. Ly tenía acorralada a Pau contra una de las columnas de la pista, mientras la besaba y no paraba de recorrer el cuerpo de ella. En un momento dado puede ver cómo Ly introducía la mano en el pantalón de Pau y estaba echaba la cabeza hacia atrás soltando lo que suponía era un gemido, ya que con la música no se podía oír nada.
Lydia se lanzó a su cuello besándola y mordiéndola y luego le susurro algo al oído y alejo la mano de su pantalón, para rápidamente llevársela a la boca y lamer sus dedos mientras le sonreía pícaramente.
Yo no pude ni quise mirar más y me alejé rápidamente hacia la barra donde pedí otra cerveza y otro chupito de tequila. Justo cuando la camarera acabo de cobrarme, alguien me cogió por el hombro y me hizo girar.


-Nena me voy a casa con Pau. ¿Vienes?-Mire a Ly y a Pau que estaba detrás de ella.
-No, no id tranquilas. Yo me quedaré hasta que cierren. -Mire a Ly, para que pillara el mensaje de que podían jugar tranquilamente, sin miedo a que volviera rápido a casa y las pillara a medio polvo.
-Ok, luego nos vemos nena.


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Se que he tardado, pero para mañana prometo que tenéis nuevo capitulo.


Besos,

Anna

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