Deseo

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Luis se apartó un poco de mí y llevando sus dedos a su boca los lamió mientras sonreía y no dejaba de mirarme. Yo estaba completamente excitada, más de lo que había estado anteriormente en esta noche, si eso era posible.

-Adri deberías probarla, no sabes lo deliciosa que sabe- Luis me acaricio la mejilla mientras soltaba esas palabras a Adrián y se apartaba de mí.
Cuando quise darme cuenta, Adrián se había puesto delante de mí y ya me había cogido por la mandíbula.
-No sabes como llevo queriéndote tener así toda la noche- apretó levemente su agarre en mi mandíbula- y ver como Luis te acorralaba y te probaba me ha puesto a mil.

Adrián se lanzó a besarme salvajemente, sus besos eran más duros y salvajes, succiono mi labio inferior y lo mordió haciéndome jadear y pude notar como aún me mojaba más, si eso era posible, notando como toda mi ropa interior era un completo desastre.
Mientras me besaba, quito su agarre de mi mandíbula para coger con esa misma mano un puñado de mis cabellos y tiraba de ellos, haciéndome tirar la cabeza hacia atrás, dejando mi cuello completamente estirado, donde se lanzó a morderlo y besarlo. Su otra mano fue a mi culo donde apretó una de mis nalgas y me acerco a su cuerpo donde puede notar su erección y no pude evitar rozarme contra ella. Él al notar mis movimientos empujo su cadera contra mí, dejándome aún más contra la pared y repitió el mismo movimiento varias veces haciéndome soltar fuertes gemidos. Adrián se apartó de mi cuello y mirándome fijamente volvió a mover su cadera, mientras sonreía juguetón y yo soltaba un último gemido, ya que se había movido duro y seco contra mí.
-Vámonos de aquí. ¿Si no es, que quieres que te follemos en este mismo pasillo?- Me ofreció su mano- ¿Quieres venir con nosotros?- Yo mire a ambos, mientras intentaba calmarme, aunque solo fuera un poco, pero tenerlos mirándome a los dos de esa manera no me estaba ayudando, la verdad.- Anna, tú eliges.- Alejo completamente su cuerpo, dejándome el espacio suficiente, por si quería huir de ellos y fingir que esto no había pasado.
¡A la mierda, me iba a ir con ellos!
-Quiero que me folléis, pero no en este pasillo- cogí la mano que Adrián me ofrecía y los dos sonrieron contentos con mi respuesta.

Los tres nos dirigimos hacia la salida, al salir de Edén como Adrián aún me tenía cogida de la mano, yo solo me deje llevar y andamos 2 calles y al doblar la esquina pude ver el edificio donde los padres de Luis vivían, ya que los había visto entrar varias veces allí.
-¿Vamos a hacerlo en casa de tus padres?- Me pare en seco, haciendo que los dos también se detuvieran y Luis soltara una pequeña carcajada.
-Mis padres ya no viven aquí Anna, se han mudado a otro de los pisos que tienen en el pueblo. Ahora vivo solo yo aquí. ¿Y sabes lo mejor?- Se acercó a mí lentamente y de golpe me levanto dejándome en su hombro y aprovecho para darme una fuerte nalgada.- Que todo el edificio es mío y no hay ningún vecino. Así que podrás gemir y gritar, todo lo que quieras pequeña.

En la posición en la que estaba al levantar la cabeza solo pude ver a Adrián, que se había puesto detrás de Luis.
-¿Cómoda, pequeña o esa nalgada te ha mojado aún más?
-Imbécil ¿Aunque ya te gustaría saberlo, no?- No pude evitarlo.
-Lo estás y lo sé, pero lo mejor es que aún podemos hacer que te mojes aún más. Así que tú sigue provocándome y sabrás como es.- Su voz se había vuelto más ronca y se lamió el labio inferior mientras me miraba y yo solo puede temblar por sus palabras cargadas de deseo.

Al llegar al piso Luis me bajo y cogiéndome por la cintura, me acerco hacia él para volver a besarme como había hecho en la discoteca. Mientras nos besábamos, Adrián se colocó a mi espalda y empezó a besar mi cuello y llevo una de sus manos hacia mis pechos colándose por debajo de mi top y empezó a acariciarme el pezón y a pellizcarlo suavemente. Yo no pude evitar retorcerme entre ellos, ya que me encantaba que torturan mis pezones con pellizcos y pequeñas mordidas, él lo noto y puso un poco más de presión.
-Parece que te gusta esto, no paras de removerte y rozar tu culo contra mi polla- Ejerció más fuerza contra mi pezón, haciendo que me separara de los labios de Luis para poder soltar un fuerte gemido.-¿También te gusta que te los muerdan y chupen, pequeña?
Luis cogió mi top y me lo quito, para dirigir sus labios al otro pezón que Adrián había dejado libre para él. Yo no podía parar de retorcerme, ya que los dos estaban jugando con ellos de una manera brutal y gracias a una mordida de Luis y un pellizco más fuerte por parte de Adrián me corrí brutalmente. Ellos al notarlo se separaron de mí y mis piernas que no podían dejar de temblar me fallaron, haciéndome caer de rodillas entre ellos. Los dos se pusieron delante de mí y yo dirigí mi mano hacia sus erecciones, que se podía ver a través de los pantalones. No pude aguantar más, así que baje la cremallera de Luis y baje levemente su pantalón con el calzoncillo para poder llevarme su polla a la boca. Era grande y ancha y no pude evitar darle una lamida desde la base hasta la punta para luego tragármela entera, mis movimientos eran lentos, pero succionaba con la suficiente presión para poder oír como empezó a soltar pequeños suspiros de satisfacción y eso me estaba volviendo loca, ya que me gustaba cuando un hombre gemía y podía ver como lo hacía disfrutar. De golpe me agarraron del cabello, donde alguno de ellos había cogido mi cabello envolviéndoselo en el puño y me aparto de él. Al apartarme vi que Adrián también había sacado su polla de su pantalón y se estaba masturbando viendo como se la comía a su amigo. Luis teniéndome cogida, me acerco hacia Adrián y no dude en llevármelo también a la boca, mientras lo miraba mientras lo lamía y succionaba en esa posición.

-¡Dios, qué puta boca tienes! Sigue así nena y no dejes de mirarme.
-¿Puedes llevarlo más profundo, pequeña?- Luis se agachó y poniéndose de rodillas detrás de mí, empezó a rozar su polla contra mi entrada, haciéndome retorcer y gemir, pero mis gemidos eran callados por la polla de Adrián en mi boca, así que solo pude asentir a su pregunta.-Perfecto nena y no dejes que se desperdicie nada.
Yo forcé más profundo a Adrián, donde pude notar como me daban pequeñas arcadas, pero nada que no pudiera aguantar y disfrutar, si gente me gusta dar sexo oral y hacerlo profundo, a los pocos minutos se corrió en mi boca y haciendo caso a lo que me había dicho Luis no desperdicie nada.
-Perfecto pequeña. Pero espero que no estés cansada, porque justo acabamos de empezar-Luis me dio una leve nalgada mientras seguía rozando su polla contra mi entrada, pero solo me torturaba.-Dime que quieres nena.

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Espero que os haya gustado el capítulo nuevo. En unos días tendréis más y mejor.

Gracias por leerme.

Besos,

Anna.

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