¿Quieres saber?

256 11 4
                                    



Yo no pude evitar girar levemente mi cuerpo y ver como Laura se dirigía al ascensor, apretaba el botón y las puertas se abrían rápidamente para que ella entra en él sin ni siquiera mirarnos, ya que estaba mirando algo en su teléfono. Deseaba irme con ella y no quedarme con ellos a solas, pero no podía hacerlo primero tenía que enfrentarme a este pequeño problema que me había surgido con estos dos hombres que tenía como jefes.

- Anna?- Me gire rápidamente y mire a Adrián que se había sentado en unas de las sillas delante de su mesa.-Sabes, el otro día te olvidaste de despedirte o de darnos tu teléfono.

Lo miré a la cara con la sangre hirviéndome, ojalá las miradas mataran. Teníamos que hablar de eso justo ahora? Cuando lo único que quería era alejarme de ellos porque sabían lo nerviosa que me ponía y lo sabían muy bien.

- Creo que eso debería darles alguna pista, ¿no?- Me cruce de brazos mientras mira a ambos.- Les pediré que no vuelvan a sacar el tema de lo que paso entre nosotros y que lo olviden, que es exactamente lo que yo pienso hacer y más sabiendo que son mis jefes. Y ahora si me disculpan y no necesitan nada de su secretaria me retiro a seguir trabajando.

Le di una última mirada a Adrián cargada de rabia y me di la vuelta dispuesta a ir a mi mesa y seguir trabajando, pero me di contra el pecho de Luis que había estado desde que se fue Laura detrás de mí y no lo había notado teniendo mi pequeña conversación con Adrián.

- Así que quieres que olvidemos lo bien que nos lo pasamos los 3 este sábado?- Luis dio un paso hacía mi y yo di un paso para atrás alejándome de él.

- Exactamente señor, es lo que acabo de decirles y pedirles a ambos hace exactamente unos segundos- Volvió a dar un paso hacia mí y yo volví a alejarme.-Creo que no es una petición tan difícil, ¿no?

- La verdad es que sí que lo es Anna. Y más ahora, que conocemos bien tu sabor y que nuestras lenguas se vuelven locas por volver a probarlo. ¿No te gustaría seguir jugando con nosotros?

Estiro la mano para intentar acariciar mi mejilla, pero yo retrocedí hacia atrás hasta que di con la parte trasera de mis muslos con la mesa del despacho. Gire la cabeza rápidamente para ver la mesa de caoba oscura donde ahora estaba apoyada y rápidamente volví a mirar hacia Luis que estaba delante de mí sin dejarme nada de espacio, cerrando cualquier ruta de escape que hubiera tenido para alejarme de él. Y con Adrián sentado detrás de nosotros lo tenía mucho más difícil, ya que podía cerrarme el paso si conseguía escabullirme de Luis.

- Sabemos lo que te gusta y como te gusta Anna.

Luis me tenía acorralada contra el escritorio, mientras Adrián nos miraba sentado desde una de las sillas del despacho.

- No voy a hacerlo, no de nuevo.- Mis piernas no dejaban de temblar, ya que realmente los dos me excitaban de una manera que no había conseguido nadie.

- Vas a caer Anna y tanto Luis como yo lo sabemos.- Adrián dijo eso mientras sonreía y iba soltando el nudo de su corbata.

- Yo no estaría tan segura de eso. Primero de todo ya les he dicho que no pienso hacerlo de nuevo, ya que ambos son mis jefes y segundo son amigos. Creo que no es tan difícil de entender.

Puse mis manos en el pecho de Luis y lo empujé intentando que se apartara de mí, pero él en un rápido movimiento me cogió por las muñecas y las junto hasta que las sujeto con una sola mano. Y mirando a Adrián alargo la mano en su dirección y Adrián sin pensarlo le dio la corbata que acaba de quitarse. Viendo cuáles eran sus intenciones forcejee contra su agarre, pero el solo ejerció más precisión sobre su agarre en mis muñecas y las llevo hacia mi espalda donde las ato con fuerza.

- Suéltame ahora mismo Luis! ¿En qué cojones estás pensando? Suéltame!- Yo estaba apoyada contra la mesa y lo único que podía hacer era forcejear intentando quitarme esa dichosa corbata.

- No hasta que nos escuches Anna y estés quietecita porque tus movimientos no están haciendo más que excitarme, así que si no te calmas acabaré follándote como un puto animal contra esta jodida mesa nena-Pude ver que sus palabras eran sinceras y preferí quedarme quieta, pero no dejaba de mirarlo con mucho odio.

- Así me gusta- Acaricio suavemente mi mejilla, pero yo aparté rápidamente mi cara de su toque y solo hizo que él sonriera con su sonrisa moja bragas y con una de sus manos libres me cogió de la mandíbula para que lo mirara.

- Como bien has dicho somos tus jefes, pero eso no lo sabíamos el sábado y ha sido una grata sorpresa que hemos descubierto hoy. Y si somos amigos, compartimos los mismos gustos y fetiches y nos gustó mucho follar contigo y no tenemos problema en compartirte. Y por lo que paso la otra noche entre los tres creo que a ti tampoco te importa, ya que lo disfrutaste tanto como nosotros.

- Que lo disfrutáramos o no, no tiene nada que ver con lo que yo he dicho y pedido. Sois mis jefes y no voy a estar con ambos- él levanto una ceja y sonrió otra vez- Si, lo sé. Ya he estado con los dos pero no se volverá a repetir.- Volví a empezar a moverme y a forcejear contra la corbata-Así que quítame está jodida corba...

No me dio tiempo a acabar de hablar porque se lanzó contra mis labios y cogiéndome por debajo de los muslos, me sentó en la mesa. Yo intenté separarme de sus labios pero al ver que no cedería mordí su labio inferior. Él se alejó un poco de mi boca y pasándose el pulgar por el labio recogió una solitaria gota de sangre donde lo había hecho sangrar al morderlo y mirándome llevo ese dedo a mis labios.

- La pequeña sabe morder muy interesante. Pero eso no ayuda a que dejes de excitarnos pequeña. Y estoy seguro de que a ti tampoco, porque ahora mismo estoy seguro de que si meto mis manos dentro de tu ropa interior estarás mucho más empapada de lo que estabas el sábado mientras atormentaba tus pequeños pezones rosados o mientras devorabas la polla de Adrián con tu dulce boquita mientras yo te atormentaba con mis dedos en tu pequeño coño. Tú que crees Adri?

- Yo?- Adri se levantó y se dirigió a mi espalda, poniéndose detrás de la mesa y en unos segundos su mano había agarrado mi coleta, tirando mi cabeza hacia atrás y obligándome a poner mis palmas en la mesa para no caerme aún teniendo mis muñecas atadas.- Yo creo que ella solo tiene miedo de lo mucho que podemos hacerla disfrutar y que me tiene aún un poco de rabia por lo imbécil que fui con ella cuando éramos unos críos. Porque si, lo fui y sabes ¿por qué? Porque era una gilipollas que hacía sufrir a los demás para olvidar la mierda que tenía en mi casa, pero tú siempre me mirabas con tanta rabia y peleabas tan ferozmente que en algún momento empecé a hacerlo porque me ponías muy pero muy cachondo. No sabes las ganas que tenía de follarte contra la mesa del profesor mientras todos los demás nos miraban- Tiro de mi cabello un poco más hacía él y quedando él por encima de mí me beso de manera sucia durante unos minutos que para mí fueron eternos y hicieron que me mojaran aún más si eso era posible.- Sabes una vez que estabas hablando con tu noviecito en tercero y Luis y yo estamos en clase viéndoos y él té cogió por l cintura y te beso en la puerta de clase, sabes lo que quería hacer?

Yo solo podía mirarlo en esa posición y podía notar a Luis entre mis piernas muy excitado, ya que notaba su erección justo en mi centro y como uno de sus brazos ahora estaba alrededor de mi cintura ayudándome a estar en esta posición tan incómoda y como su otra mano iba soltando lentamente los botones de mi casa y él empezaba a dejar leves besos donde iba quedando mi piel al descubierto.

- Anna, te he hecho una pregunta.- Tiro con algo más de fuerza de su agarre en mi cabello.- Sabes lo que quería hacer?- Yo solté un fuerte gemido que no pude evitar.

- No, no lo sé.

- Quería ir a hacia ti y mientras Luis cogía a tu noviecito y lo dejaba atado en alguna silla de la clase para que nos viera, quería lamerte entera y obligarte a chuparme la polla y luego que se la chuparas a Luis. Y cuando nos la hubieras chupado a los dos y nos hubieras hecho corrernos en tu pequeña boquita, follarte contra cualquier pupitre los dos a la vez. Eso es lo que quería hacerte y ahora que me has dejado probarte de verdad, crees que porque sea tu jefe y Luis, mi mejor amigo, vas a joder algo? Dejame asegurarte que no vas a perder el trabajo y tampoco vas a joder nuestra amistad porque los dos queremos seguir follándote nena. Ahora la cosa es, ¿vas a perderte todo lo que te podemos ofrecer por miedo y vieja rabia? ¿O vas a dejarte llevar?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CORBELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora