la noche era fría solo las luz de la luna iluminaba ese lugar, una mujer de cabellos blancos corría desesperada, con su ropa de dormir ensuciada, con sus pies dañados por correr a esa velocidad en el yeso del suelo, lloraba desesperada, ella cargaba un mantón que tenia la vida que dio a luz, solo tenia un pensamiento
''debo salvarte, no quiero que mueras, no por mi culpa... no por mi egoísmo''
miraba las calles, buscando el camino que necesitaba
—¡SE FUE POR ALLA, ENCUENTRENLA, ESTA HUYENDO CON EL HIJO DEL EMPERADOR!—
los guardias imperiales la seguían por ordenes del emperador
''un poco mas, solo un poco mas''
hay la encontró a la señora que seria la salvadora de su hija, ELVIRA, la mujer mayor estaba con una capa que cubría su rostro al igual que su vestido pero la mujer la reconoció, tomo un camino para no ser vista por los guardias y se dirigió a ella
—¡Cuídala, no importa lo que pase, cuídala con tu vida, te lo ordeno ELVIRA— dejo a la bebe en los brazos de la mujer mayor, con todo el cuidado posible
—¡señorita!, huyamos, hay que irnos lo mas ante posible— la señora tenia lagrimas en los ojos, agarro el brazo de la mujer de cabellos blancos para que no se valla
—se llama ARTEMISA—
—¡que?, señorita por favor huyam-!—
—su nombre es ARTEMISA, ese es el nombre de mi hija—
—¡SEÑORITA... IRIS MARKIS!—
Iris se soltó del agarre de la señora Elvira, camino, regresando por el mismo camino en el que vino ignorando los gritos de Elvira, una vez lo suficiente mente lejos de ellas, pero aun visible, se giro
—¡HAY ESTA, VALLAN HACIA ELLA!—
Iris dijo una palabras, inaudibles para todos, ya que solo hizo la pronunciación de las palabras con sus labios, Elvira entendió lo que dijo, iba a gritar, pero vio como una espada fue clavada en el cuerpo de su señorita. La ropa blanca con sucio, ya no estaba, ahora todo se puso de un color carmesí, sangre escurría desde el torso de Iris, al igual que su boca que escupía sangre, los ojos brillantes dorados ahora estaban apagados, los cabellos blancos que brillaban como la luna desapareció.
Aunque Elvira sabia que ese brillo desapareció desdé ese día, lo pudo volver a ver cuando Iris miraba a la bebe
—¡LA NIÑA NO ESTA, FUE ASESINADA POR LA SEÑORITA IRIS!—
la señora logro esconderse antes que la vieran, sus ojos llorosos, las manos le temblaban, y su piel estaba helada, odio?, miedo?, tristeza?, felicidad?, compasión?, Elvira al mirar a la bebe no podía descifrar lo que sentía, cual de todas esas emociones eran.
—ARTEMISA, ese nombre te puso la señorita Iris— la soñara abrazo con fuerza pero con delicadeza a la vez a la bebe —tu eres ATEMISA MARKIS... pero jamás ARTEMISA DE ALGER OBELIA—
ella se puso su capa y escondió a la bebe en hay, también para darle algo de calor
''te cuidare como la señorita me dijo, te cuidare sin importar lo que pase no importa si tendré que dar la vida por ti, yo siempre te cuidare''
Aunque en todo el momento la bebe no lloraba, no estaba dormida, la bebe estaba despierta esos ojos que ahora eran dorados, como los de su madre, fue el ultimo acto que hizo su madre por ella, la pequeña vida observaba todo con esos ojos, nadie sabría o pensaría que ella pudo ver todo
''... ¡QUE MIERDA ACABO DE VER!''
la cara de horror, tristeza, confusión que puso en ese momento nadie la pudo ver, claro a excepto por los lectores
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
