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Los libros de la estantería eran tocados delicadamente por los dedos de la joven, mientras observaba el titulo de cada uno de estos buscando uno que le llamada la atención, todos trataban de cuentos o libros de estudios, a excepto por uno
-''entre las paginas del de destino''- murmuro con una voz delicada
Ella iba a abrir el libro si no fuera por que escucho unos pasos dirigirse a su habitación, regreso el libro a la estantería, perdiéndolo entre todos los demás, la puerta fue abierta haciendo que sus cabellos blancos al igual que la nieve se movieran, sus ojos iguales a unas joyas se dirigieron hacia la puerta y vio a un hombre que ella conocía perfectamente, cabellos negros y sus ojos plomos, una contextura ya no tan delgada y más alto
—princesa...ocurrió algo—
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Este día es el que yo esperaba desde que llegue al palacio, exactamente pasaron 3 años, Athanasia tendría 5 años la edad con la que conoce a Claude, suspire mientras tomaba una taza de té que se me había sido traída
—tengo que comenzar a actuar— susurre para mi misma
Tenia 9 años ahora, esos 3 años fueron algo aburridos, el primer año lo único interesante fue mi cumpleaños numero 6 al igual que los 3 años siguientes. Estos no se celebraban a grande a mi petición y tampoco es como si me obligaran a celebrarlo. Mis estudios era sobre lo básico en este mundo, historia del imperio, clases de etiqueta y las clases de magia, también unas cuantas cosas que hacia en secreto. Aclaro no es como si también me hubiera encerrado para toda la vida sin un poco de libertad, salía pero a escondidas para no llamar la atención
—Si Athanasia tiene 5 años... Jennette debe tener la misma edad— agarre la pluma con tinta y comencé a escribir en la hoja
Jennette era una niña que siempre me dio pena, antes cuando leía el manhwa siempre tuve pena por ella y solo la veía como un personaje que no hacia nada mas que causar mas alboroto pero a la vez como una niña que no sabia lo que en realidad pasaba, una niña indefensa que era dañada y usada. Por eso tengo un plan que no dañaría la historia
—princesa, su postre— Jazmín entro a mi habitación con una bandeja que contenía unos pasteles —espero le guste—
—gracias...— ella dejo los postres en la mesa, me servía hace años y aun no le gustaba llamarme por mi nombre —Jazmín, ¿de casualidad se están llevando postres para su majestad?—
