[La noche anterior]
—No puede ser.
La madrugada anterior, a las doce de la noche, Craig y Tweek llegaron al hostal.
No solo no vieron ninguna cara familiar, sino que les detuvieron en la recepción preguntándoles a dónde iban. Cuando les contaron que no podían quedarse porque no tenían ninguna reserva, Tweek empezó a entrar en pánico. Craig intentó arreglarlo; llamó al guía de la universidad, llamó a Bebe, pero nadie respondió. Todos estaban en ese mismo momento subidos a un tren y sin cobertura.
Intentó convencerlos de que les dejaran dormir en cualquier habitación libre, pero no había ninguna con dos camas libres y todas las opciones implicaban compartir habitación con extraños; la mera idea de ello solo empeoraba la ansiedad de Tweek.
Al final, Craig logró que les diesen un techo donde dormir; podían quedarse en la habitación de herramientas y máquinas del jardín, que estaba en el exterior y en el extremo de dicho jardín, pero un empleado les iría a despertar por la mañana temprano para que se fuesen.
Craig se acerca a Tweek, que estaba sentado en la entrada, intentando tranquilizarse.
—Dicen que nos podemos quedar... donde el jardín. Es como una cabaña.
Tweek le mira de mal humor.
—Oh, v-vaya —le responde— me encanta, c-cómo si fuéramos ganado.
—¿Tienes alguna idea mejor? Quizás prefieres que durmamos debajo de un puente.
—¡O quizás preferiría saber que va a ser de nosotros!
—Te lo he dicho —le responde Craig— no me contesta nadie. Lo único que podemos hacer es pasar la noche e intentarlo mañana...
—CRAIG —interrumpe abruptamente— ¡¿Y si nos perdemos el vuelo?!
—Pues tendremos que volver de otra forma —contesta perdiendo la paciencia.
Tweek sostiene su frente con ambas manos y deja caer su cabeza sobre sus rodillas, desesperado. Craig le mira con culpabilidad.
—Siento que no podamos llegar a tiempo para la última parada, sé que te hubiera gustado ver el jardín botánico.
Tweek le mira, bastante sorprendido. No esperaba que Craig hubiese pensado en ello. Pero no tarda en disimular su cara de asombro.
—Agh, ahora da i-igual... —le responde— no entiendo por qué tenías que citarme tan tarde para hablar.
—Dios santo, solo quería... ¿no podemos dejarlo para mañana?
—¿M-mañana? ¿ahora si podemos posponerlo a mañana? ¡tendrías que haberlo pensado antes!
—Joder, Tweek —comienza— sí, me olvidé de que tuviésemos que coger un puto tren DE NOCHE, ¿cómo iba a acordarme?
—Pues, aunque t-te parezca increíble, no todas las ciudades se q-quedan incomunicadas una vez se pone el sol, Craig.
—¿Y tú? —pregunta a la defensiva— ¿no tenías tú que coger el mismo tren? Ambos nos hemos olvidado.
—ESTABA NERVIOSO, tú me pusiste nervioso.
Tweek se levanta de golpe. Iba vestido con una camiseta y un cárdigan muy fino para las temperaturas que enfrentaba. Toma sus maletas y se dirige hacia la puerta. Al verlo Craig también toma las suyas rápidamente y va tras él.
—¿A dónde vas? —le pregunta— ¿no ves que está lloviendo? Vamos a esperar.
Sin embargo, Tweek le ignora y sale bajo la lluvia en dirección al jardín. Craig cierra su abrigo impermeable y le sigue.
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Amigos.
FanfictionCuando se encuentran en la universidad surge la chispa, pero sin traspasar la línea de la amistad. Al principio parece un acuerdo sencillo, pero cuando eres joven los sentimientos son demasiado complicados. Creek.