#1 La vida suspendida

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Me cuesta dormir, todos los chicos están todo el día exaltados o pretendiendo ser grandes jugadores ¿de verdad dejé mi vida por estar acá? 

Miro al techo, casi inerte... se asoma una cabeza con el pelo enmarañado y los ojos casi pegados.

- ¿Estas durmiendo? - me dice mientras sacude mi hombro suavemente

- No - sonrío tranquila - ya no - digo con picardía

- Perdoname, es que me da miedo cuando duermen con los ojos abiertos... 

- No pasa nada, de verdad no dormía

- ¡Me asusté de verdad! - dice golpeándome el hombro - Mi tía abuela dormía con los ojos abiertos ¡y me daba un miedo!

- ¿Te desvelaste?

- Es que soñé con mi novio y me dan ganas de salir

- Acostate acá conmigo si querés y nos cuidamos mientras dormimos

- Dale - suelta una risa suave e infantil

Con Julieta la química fue instantánea. Es una chica sociable y honesta. Al lado de ella puedo explorar mi instinto materno protector y a la vez tener una perspectiva más joven y vivaz de todos y todo a mi alrededor. 

Junto a ella siempre están Daniela y Constanza, como la abeja reina y sus seguidoras... pero sin la parte de maldad. Realmente Juli parece ser una líder positiva, un torbellino de energía que conforta y empuja a quienes están a su alrededor (y me incluyo)

Constanza es muy divertida, atrevida y ruidosa. Daniela, por su parte, se muestra más sensible, se nota que su vida no ha sido privilegiada. Me veo reflejada mucho en ella, venimos del mismo lugar y de crecer en circunstancias económicas similares. 

Hay algo muy particular que me pasa con Dani, creo que hace un acting pero no por el juego sino por no poder mostrarse tal cual es. Me molesta y a la vez me interpela. 

Paso mis días cocinando, limpiando, tratando de llevarme bien con todos. No se qué hago acá, no se qué hacer acá más que esto. Me gusta ver la cara de todos cuando prueban mis platos. Me gusta que estén contentos y que olviden las peleas y el "juego" cuando estamos en la mesa, pero Dios ¿qué sigue, cómo se sigue?

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Llega el viernes a la noche, la primer fiesta, nos dan algo de alcohol y ponen música. Amo bailar (aunque no me salga especialmente bien), amo la cumbia y relajarme un poco.

Todos nos estamos conociendo, y los más chicos comienzan su ritual de apareamiento... es interesante como de más grande, con ciertas mochilas a cuesta ves esas cosas como si formasen parte de un pasado muy lejano. 

Las chicas empiezan a mostrar los efectos del alcohol y se les ocurre (¡qué original!) comenzar a repartirse picos. La verdad, yo no sólo estoy ya a años luz de eso, sino que estoy rota, siento que no voy a tener contacto de ese tipo por muchos, muchos años...

Alguien propone el juego del hielo... creo que lo vi en mi adolescencia. Vamos, tengo que integrarme. Me sumo a jugar.

La Tora (Lucia? Ludmila?) es un mujerón, un poco más grande que el resto y me hace acordar a una chica muy amiga. Me pasa el hielo y un poco se desliza... rozo sus labios... hace más de cinco meses que no rozo otros labios, la sensación es rara, se me hace un nudo en el estómago. Debe ser la cerveza. Debe ser la experiencia de Gran hermano.

Voy a sentarme al sillón, ya es demasiado para mí y mi cabeza. Hoy voy a tener que pedir otra pastilla para dormir. 

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Como cada mañana desde que estoy en la casa me despierto antes que las chicas de mi habitación, luego me sigue Cata, con quien comparto mates mientras preparamos (preparo) el desayuno para el resto.

Algunas de las chicas se fueron levantando... pero como mis amigas (sí, ya tengo favoritas) lo dieron todo anoche, se quedaron durmiendo. Decido llevarles el desayuno a la cama.

- Cafecito con tostadas reina - digo, mientras le acaricio el pelo a Coti

- Gracias Romi

- Cafecito con tostadas - toco su mano que colgaba de la cama

- Mmmm asiasss - dice Juli sin abrir los ojos e inmediatamente se da vuelta para seguir durmiendo

- Cafecito con tostadas - beso la frente de Dani

- Gracias hermosa - me mira a los ojos y sonríe emocionada 

Me siento en la cama de Dani mientras se incorpora. Me deja un beso intenso en la mejilla y no puedo evitar sonreír con fuerza. 

- Que rico todo, Romi! - Constanza sonríe mientras toma su café. 

Les hice a cada una de la forma que sé que les gusta. algo del amor por el cuidado trasladé a la casa. No me importa si suma o resta para el juego, soy así y decidí tratar de estar lo mejor posible durante esta travesía.  

- Me gustan más con mermelada - Vuelve a hablar Coti al ver sus tostadas con manteca.

- Dejaselas a las chicas, ahora te traigo otras para vos

Voy a la cocina a preparar las tostadas para Constanza, me había olvidado que era fanática de lo dulce. Daniela me siguió sigilosa y sólo me di cuenta de su presencia cuando estaba a centímetros de mi espalda, viéndome mientras ponía el pan en la tostadora. 

- Ay Dani! - Pegué un gritito y después me reí con fuerzas

- Podrán?

- Qué?

- Digo... cómo hacés para estar tan linda y activa a la mañana después de una fiesta?

- Bueno, más activas estuvieron ustedes - me río con ruido, la había visto a los besos con Juli y mendigando más cerveza al resto de los compañeros

- Sí, la pasamos bien. ¡Qué experiencia esta! - Me mira intensamente. Trato de descifrar lo que dice su mirada, pero no hay nada oculto, sólo me atraviesa, trata de verme más allá. - Dejame que te ayudo - saca los panes de la tostadora y los pone en el plato.

- Me había olvidado que Coti comía con mermelada

- Tampoco tenés que saber todo de todos, Romi. Demasiado hacés todos los días.

- Bueno, pero a ustedes sí les llevé lo que les gustaba

- Porque nosotras somos especiales - se ríe pícara

- Ay Dani - me río con su respuesta, es muy espontánea pero aunque quiera hacerse la picante es tan dulce que no le sale

Le llevamos a Constanza su desayuno y agradeció emocionada. Estaba en la cama charlando con Juli que finalmente se dignó a despertarse.

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- ¿Estás en pareja? - me pregunta mientras toma un mate

- No, me  separé hace cinco meses ¿vos?

- No, me separé para entrar

- ¿Cómo para entrar? - me río suavemente y la miro con ingenuidad

- Sí, para estar libre acá adentro y que no me ate nada - dice con soltura

- O sea que estás buscando estar con alguien de acá...

- Estoy abierta a eso - me dice, mientras me mira fijamente

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