#5 Thiago

136 12 0
                                    

Ayer a la noche fue mágico, único... nos quedamos con Dani haciéndonos mimos en la oscuridad del jardín, regalándonos besos eternos hasta que Gran Hermano nos pidió entrar en la casa. 
Thiago y Nacho estaban hablando en el sillón y el resto se había ido a acostar. 

Con Dani fuimos a lavarnos los dientes y luego al baño... nos besamos un poco más en la privacidad de ese espacio, hasta que nos dimos cuenta que ya era demasiado. En breve nos pedirían consentimiento y no estábamos a la labor de que se entere toda la casa de lo que estaba pasando. 

Nos reímos, nos abrazamos, nos miramos a los ojos... ninguna de las dos podía caer en cuenta de lo que estaba pasando. Ambas lo deseábamos mucho, es evidente, pero si Daniela no daba el primer paso iba a quedar sólo en una fantasía. Aún así, no hablamos casi nada, rompimos esa tensión, nos entregamos a lo que sentíamos pero expresarnos palabras era difícil. 

La tomé de la mano y nos fuimos hacia el dormitorio, aunque no era raro que entremos de la mano, instintivamente la solté apenas ingresamos. Como si todos supieran que ese entrelazado de dedos era diferente a los otros que hacíamos todo el tiempo. Dani me miró extrañada pero enseguida me sonrió, ella sabe que para mí es más difícil.

Me acosté en mi cama con una sonrisa de oreja a oreja, cada tanto me incorporaba un poco para mirar la cama de ella. Ya extrañaba su contacto aunque hayan pasado sólo unos minutos. 

No se hacía cuánto tiempo tenía cerrados los ojos, cuando una caricia me sacó de mi sueño.

- Quiero dormir abrazada a vos - dijo susurrando

- Pero, Dani... mirá si nos ven

- Si siempre dormís con Juli o conmigo... inclusive con Camila que ni siquiera es tu amiga

Tiene razón, tengo que bajar mi paranoia porque también sería sospechoso que dejara de hacer cosas con ella.

- Es verdad, vení... - levanté la sábana y apenas entró tapé nuestras cabezas para poder darle un beso silencioso - perdón, lo necesitaba

- Perdón nada... gracias.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ 

Desperté con mi cabeza en sus pechos y su brazo alrededor mío. Me hubiese quedado allí todo el día pero lamentablemente no se puede. Al incorporarme rocé ligeramente uno de sus senos e inmediatamente vinieron a mí recuerdos de anoche. 

**En el jardín fue todo muy tranquilo y tierno.
En el baño subimos la intensidad, eso de estar al resguardo de cuatro paredes y ya sabiendo que sería el último contacto del día... mis manos estuvieron por todos lados, Dios, aunque haya sido sólo sobre la ropa podía sentir el calor que emanaba su cuerpo y mi excitación crecía de forma demencial. En un momento pensé que ya no me importaba más nada, sólo poder devorarla por completo. Comencé a subir su remera, quería verla, quería ver aquella parte suya que me volvía loca, sin que haya nada en el medio. 

Me frenó de lleno y me sentí una desubicada.

- Perdón, Dani, perdón - dije mientras me tapaba la cara y trataba de serenar mi respiración

- Romi, no hay nada que quiera más ahora, pero no acá, no así... mejor esperemos a estar en un lugar más cómodo, más intimo.**

No se qué hubiese pasado si Dani no tenía la cabeza fría para detener ese momento.  ¿Qué pasaba si Gran Hermano nos pedía consentimiento? ¿O si lo dábamos antes pero nuestros compañeros nos escuchaban en el baño?

En ese roce en la cama volvió todo el fuego de la noche anterior. Volví a taparnos con la sábanas si importarme quién estuviera despierto, quién estuviera atento mirando. Sólo quería besarla y así lo hice. Ella recibió mi beso escueto y sonrió.

El portalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora