El portal

#8 Batalla campal

La noche fue hermosa, bailamos un rato más y luego la música cesó y fuimos todos abandonando el lugar para al fin dormir.

Con Dani nos acostamos juntas y esta vez se sentía diferente, se sentía libre.

- Gracias Romi, pero no hacía falta tanto. Con poder hablar con Juli y Thiago, ya estaba bien...

- Me hizo bien, me hacés bien y no tenemos nada que esconder

Daniela sonríe y, como cada vez que lo hace, me derrite. Si existiese una sonrisa que pudiese lograr la paz en el mundo, no dudo que sería la suya. La beso despacio, acariciando su rostro.

- No vayan a hacer chanchadas acá que están las demás compañeras - dice Conejo riendo cuando entra a buscar una almohada extra para llevarse a su dormitorio

- Caradura - nos reímos en complicidad. Él había tenido conflictos con el resto por tener relaciones con Constanza mientras los demás compañeros intentaba dormir en la misma habitación.

Entiendo el calor del momento (Dios sabe que lo entiendo) pero hay límites que no me propongo traspasar. 

- Me encanta que al fin estén juntas - dice con sinceridad - buenas noches a todas

- Buenas noches - decimos casi al unísono con el resto de las chicas.

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Dormí tan bien que cuando desperté sólo estábamos Julieta, Daniela y yo en el dormitorio. 

Con Dani estábamos en cucharita, yo detrás con mi mano tomada a la suya delante de su cuerpo. Me incorporé suavemente para no despertarla pero poder mirarla dormir, estaba muy tierna. Cuando volví a reposar mi cabeza en la almohada ella se despertó, levantó mi mano que tenía tomada y le depositó un besito. 

- Buen día, hermosa

- Buen día - dijo mientras se giraba con torpeza

- No dormía tan bien en meses

Ella sonríe aún con los ojos medio cerrados y me da un piquito rápido

- ¿Vamos a desayunar? Me hace ruido la panza

Nos levantamos, nos lavamos los dientes y después de usar el baño fuimos hacia la cocina donde estaban la mayoría de nuestros compañeros desayunando. 

- Hoy le toco a Alfa hacernos el desayuno - dice Thiago riéndose - porque mamá Romi trasnochó

- Sientensé que hice pancitos y hay algo de mermelada. Para tomar mate, porque como siempre trajeron poco café y nos quedamos sin nada enseguida - dice Alfa enojado

- Bueno, Alfa, si hace días que no hay café, no te pongas de mal humor ahora de nuevo - trato de calmarlo

- No me puse de mal humor - dice levantando la voz - digo que siempre hacen lo mismo y a mi me gusta tomar café a la mañana y...

- No grites Alfa que me duele la cabeza - dice Julieta llegando a la cocina

- Y, si ¿cómo no te va a doler si te tomaste la cerveza de todos anoche? - le grita 

- Alfa - le digo suave mientras apoyo mi mano sobre la suya - ¿Qué te pasa?

- ¡Nada! ¿Qué me va a pasar? - espeta con tono despectivo - Son todos unos maleducados. Les digo cuánto café traer y traen menos. A la noche me voy a dormir temprano y me despiertan a los gritos a la madrugada.

- Perdón, Alfa, no sabíamos que te habíamos despertado - dice Nacho 

- No hablamos tan fuerte primo - agrega Marcos

- Me despertaron igual con risitas y comentarios - deja abruptamente sobre la mesa el pan que tenía en sus manos y se va al jardín

Camila sale enseguida detrás de él y cuando quiere tocarle el hombro él le saca la mano casi violentamente. 

Alfa es enojón, siempre todo es un problema, pero hoy lo veo más raro que de costumbre. Quizás porque está mal hace días y la situación empeora, anoche en la fiesta apenas estuvo un rato y se fue a dormir. Se la pasa con Camila (a quien trata también bastante mal, para ser sincera) y ya no tiene esa chispa que tenía en un principio. 

Voy a dejarlo tranquilizarse y más tarde hablaré con él. Siempre soy la que logra volverlo al eje. 

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Las siguientes horas entrené, estuve en la pile con las chicas, mimandome con Dani... ahora la casa es un lugar más cómodo, más libre, más mío.

La Tora decidió hacer el almuerzo, y estoy tan feliz que no me intranquiliza no tocar la cocina por tantas horas. Pusimos la mesa con Maxi, Alfa, Thiago y Nacho, y nos sentamos a esperar que esté la comida. Dani entra del jardín y me da un beso antes de irse al baño.

- ¡Como estamos! - dice Nacho riendo

Me sonrojo pero sonrío, es todo nuevo para mi, pero ya no me da culpa ni miedo. 
Alfa refunfuña y hace ruido tirando su tenedor sobre el plato.

- ¿Qué pasa Alfa? - le digo con tranquilidad

- ¿Querés saber qué me pasa? - dice casi gritando - Que te vas a ir cuando toques placa... estás en las galas mostrando la foto con tus hijas y después vas y le comés la boca a la pendeja esta. 

- ¿Tomaste la pastillita hoy? - salta Maxi indignado pero tratando de quitarle hierro con un poco de humor - ¿Qué tendrá que ver? Dejalas a las chicas hacer lo que quieran.

-  A la gente no le va a gustar. Encima se hace la mamá abnegada y monta un espectáculo con una veinteañera - dice con la cara transformada

- ¿Quién te crees que sos para hablar de mi maternidad? - espeto casi prendida fuego del enojo - Encima vos... ¿vos me vas a decir algo? vos que andas haciéndote el langa con una piba que podría ser tu nieta.

- ¡Pero yo soy hombre! 

Nos quedamos en silencio unos segundos, nadie podía creer las palabras que salían de su boca. Pero aún tenía más repertorio del siglo XIV.

- Ahh bueno - dice Nacho mientras aplaude irónicamente - lo que faltaba

- Faltaba nada, le digo que queda mal. La van a sacar. Encima si fuera con un varón es una cosa, pero ¿con una chica? 

- ¿Qué tiene que ver que sea una chica? - interviene Tora enojada

- Y... ¿cómo qué tiene que ver? Ni siquiera es normal. 

- A la gente no le importa eso, hermano, te quedaste en el tiempo - dice Maxi 

- Ya vamos a ver si a la gente no le importa eso

El clima estaba muy caldeado, por un lado no podía creer lo que escuchaba y por otro me lo esperaba. Todos los presentes estaban desencajados y Alfa con la cara cada vez más desfigurada de asco y bronca.

- ¿Sabés qué? - dice Thiago levantándose de la silla - Si a la gente no le gusta también nos van a sacar a nosotros - termina su frase y le da un beso a Nacho, quien corresponde primero con sorpresa y luego con ternura, el resto de los presentes aplaudimos y vitoreamos. 

Alfa retuerce aún más su expresión, sus mandíbulas trabadas estaban por explotar. 

- Este domingo te vas... por enfermo - dice señalando a Thiago mientras se levanta de la mesa para luego dirigirse a la habitación.

- ¡Por fin! - dice la Tora sonriendo 

- No me importa nada - Thiago acaricia la mejilla de Nacho - a la gente como él ni cabida