Record of ragnarok la pelea final.

La corona de Laurel

Lucifer, muy herido brotando sangre de su costilla convocó a el tercer círculo infernal, de el salió una lanza junto con un escudo muy hermoso en el escudo un escrito muy detallado decía "YO SOY EL PORTADOR DE LUZ, EL VERDADERO PORTADOR DE DIOS" era la arma que lucifer utilizaba en el reino de los cielos, una lanza tan hermosa que fue creada por Dios, fue forjada en una de las 12 forjas celestiales", una forja que solo Dios y Metatron tenían acceso, a esta se le llamaba; "la forja bendita".

Lucifer estaba fuertemente herido, todos pensaban que sería una herida grave e incluso mortal que jamás podría sanar pero todos se equivocaron. TANTO DIOSES COMO HUMANOS SE QUEDARON SORPRENDIDOS al ver como Lucifer sanaba, su corona de laurel una corona tan hermosa. De la corona empezó a caer un laurel en la herida de lucifer, empezando a sanarle como si nada hubiera pasado., Hasta el mismo Miguel se sorprendió dando un paso para atrás y dejando caer su grande espada, entonces Lucifer riendo explicó:
L)" Yo fui el favorito de padre, me otorgó una corona de laurel tan hermosa., Tanto que ni padre creía lo hermosa que era.
La corona no solo era hermosa tenía un poder mágico abundante, la corona podía curar las heridas, como el mismo jesus lo hacía, solo que en esta ocasión no se necesitaría de un contenedor humano., Solo la mano derecha o el favorito la podría usar, nadie sabía lo que la corona podría hacer ni siquiera Miguel hasta que Lucifer mostró uno de sus muchos poderes conocido como "sanación divina.
L)" ¿Qué pasa Miguel?., Olvídaste el poder de padre? ¿olvidaste que fui el favorito y también el portador de luz?
Miguel con rabia en sus ojos, empuñando su espada poderosa atacó a Lucifer decidido a córtalo de un solo tajo, la rabia que sentía se podía sentir en el aire.
M)" Muere Maldito no mereces los dones de padre ya que al traicionarnos y traicionar a padre debiste perder todo rastro de tu divinidad, Los ojos de miguel se llenaban de odio y cada vez que recitaba otra palabra, su deseo de venganza crecía más y más.

Lucifer estaba preparado para afrontar el ataque, empuñó el enorme y perfecto escudo junto con la lanza, esperando el golpe definitivo de Miguel.