XI

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Ser una Diosa no es regular el mundo, es ser el mundo.

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Siempre, en las horas del té, he pensado acerca de la vida que llevo. Por favor, puedo comprar cada propiedad de Nueva York en este momento y aún no sabría en qué gastar. Mi vida es la vida que todo ser humano desearía; lujos, dinero, una gran casa y gente poderosa bajo mi sofisticado poder de adolescente. De todos modos, mis padres me inculcaron un pulcro autocontrol de emociones, sentidos y pensamientos. Tanto poder y dinero es un arma de doble filo para quien lo posee. Gracias a entender el valor del dinero, le he dado un correcto y, sobretodo, un inteligente y útil uso.

Supe que mi ama de llaves no podría resolver cualquier problema que estuviera fuera de la mansión, aún cuando se capacitó en tres universidades distintas para servirme. Contratar un equipo de seguridad sería tardado y tedioso. Soy una chica particularmente paciente y me encanta escuchar y analizar, pero en este caso, necesitaba a alguien que fuera tan fuerte y hábil, con una increíble astucia y solvencia de problemas eficaz.

Investigué en varias revistas, periódicos y me atreví a ver un poco de noticias, con tal de encontrar a esa persona que buscaba. Analicé capacidades y aptitudes de héroes. Poco a poco fui descartando opciones y chantajeando de vez en cuando a aquellos héroes que tenían un historial sospechoso. Yo, sola, soy accionista del 75% de todo lo que constituiría la sociedad de héroes, claro que tengo acceso a documentos e informes ocultos, tanto de héroes como trabajadores. ¿Sabían que All Might tiene una grave herida debajo de la axila?

Paso por paso y distintas pruebas, logré dar en el blanco.

Rumi Usagiyama. La heroína conejo: Mirko.

Ella era simplemente... espectacular. Su fuerza y tenacidad, pero su elegancia al atacar era maravillosa. Tenía conocimiento de ella, pero no me había detenido a verla y analizar tan de cerca. Rápidamente, me puse manos a la obra.

¿Quién orquestó un motín en una cárcel de máxima seguridad? ¡Mirko! ¿Quién sobornó al director de la U.A. para pasarla sin la calificación máxima que es la mínima al mismo tiempo? ¡Mirko! ¿Quién estuvo a punto de impedir la defensa de un jardín de niños por no recibir el pago acordado con su agencia? ¿Adivinaron? ¡Mirko! Ella lo ocultó todo, lo más probable por sobornos o amenazas. Ah, suspiré, cliché.

Llamé a su agencia y pedí que me entregaran toda la información de Rumi. Los documentos que tenía entre mis manod contenían hasta los pensamientos de Usagiyama. Estaba envuelta en casos de corrupción heroica y política. Se le atribuyen por lo menos siete muertes no accidentales.

Iba a ser muy divertido jugar con ella, me dije al terminar de leer. Vaya, y pensar que Mirko es muy querida.

¿Recurrí al chantaje? Nah, aburrido. Fui directo a exprimir y destruir su integridad mental y emocional. La fuerte e iracunda heroína conejo pasó a ser una elegante y bien portada servidora. La moldeé para ser perfecta. La entrené para correr y moverse rápida al son de un simple parpadeo. Su porte fue totalmente cambiado. Distingue entre cucharas y cucharillas. Y sobretodo, es fiel a mi palabra.

Ella ya no era una heroína o una cuidadana japonesa, se convirtió en la mano derecha de Yaoyorozu Momo, yo. Por consecuente, pasó a llamarse "M", en honor a la letra de ambos nombres. Cuando comencé la búsqueda de mi hombre perfecto, aquel que cubra mis necesidades y expectativas, M era una pieza clave en la observación y recolección de información.

M dio lo mejor de sí en ayudarme, y estoy agradecida. Finalmente, encontré a ese ser perfecto que añoraba tener bajo mis brazos, mi ángel, por supuesto.

M es tan veloz como un chita cuando se trata de obedecer órdenes que involucren espionaje y recopilación. Es incapaz de rebelarse, ya que ella misma ha probado lo que sería un mínimo intento de traición. Sangre. Ardiente Dolor. Agonía. Deseo de morir. Sufrimiento. Trauma. Sofoco.

M ha superado sus límites, es por eso que la ex heroína conejo está aquí, justo a mi lado, mientras tomo un sorbo de té.

"M", la miré.

"¿Señorita Momo?", me miró de igual forma. Observé el temor y respeto en sus ojos al ver mi rostro con seriedad. Sonreí.

"Gracias"

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Angel [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora