XV

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Pasión.

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La palabra "destruir" siempre me ha encantado. El orden de las letras que lo componen es una combinación poderosa, que al pensarla, los sentimientos más terroríficos y aberrantes se vienen a la mente. Por mi parte, no creo que destruir sea una palabra tabú de usar. Destruir y construir son palabras muy parecidas, con significados que muchos ven alejados, pero que yo veo muy juntos.

Yo puedo destruir algo para crear algo más útil o hermoso que esté a mi gusto, ¡como mi ángel! Destruyo sus pecados a base de látigos y azotes que calan cada nervio de su cuerpo. Sus súplicas alimentan mi hambrienta alma de amor. No, no mi ángel, no huirás de la sombra de mi látigo, que es lo que te mantiene a raya con sus dulces y calurosos besos que te recuerden quien es la que manda aquí.

Yo.

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(Izuku)

Luego de estar "trabajando" durante horas y  solo tener veinte minutos de descanso repartido en un lapso de diez horas, Momo me llevó al cuarto con la chimenea otra vez. Sus botas hirieron mi espalda al ser pisoteado por estas. Sus guantes tomaban mi piel para peñiscarme y sobar antes de soltar un ataque con su látigo.

Se arrodilló sobre mi espalda y, cuando estaba dispuesto a gritar, metió dos de sus dedos dentro de mi boca. Cuando me giré, ella no parecía estar molesta o simplemente seria. Ella estaba sonrojada y sonriente, ¡incluso se rió al verme!

Traté de safarme, pero dos latigazos impidieron mi intento. Me dejé caer al suelo. El dolor, el calor, el sudor que empapaba mis ya sucios ropas de seda rotas. Todo me arde, incluso los ojos. Un gemido ahogado se me escapó y me dejé caer. Cerré poco a poco los ojos. Estaba feliz de morir, si es que eso iba a pasar.

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Un olor a jabón entró por mi nariz. Sentí rápidamente la reacción de mis heridas al agua fría en la que estaba. Hice una mueca de dolor y abrí los ojos. Pensé que estaría mi mamá, pero aparecí en ese baño horrible.

Momo sonreía mientras deslizaba jabón por mis extremidades, limpiándolas. De vez en cuando, ella me miraba y me besaba en la frente. No me resistí. Un baño como ese era de alivio luego de estar sucio y sudado todo el día. Detrás de Momo, noté una muda de ropa de seda exactamente igual a la que llevaba antes. Me recosté sobre la bañera y dejé que mis ojos cayeran.

Yo estaba ardiendo en sueño.

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Angel [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora