8.

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Pov Nat:

— ¡No! ¡James! ¡sueltamé! —se quejaba Sasha tratando de safarze de James, quien la tenía agarrada de los pelos.

— ¡No! —Exclamaba James.

Sonreí riendo y me acerqué a ayudarlos.

— Vamos... sueltense. —James soltó a su hermana bufando y se la quedó mirando con cara de odio.

La rubia rodó los ojos y volvió con Lia, quien le sacó la lengua a James.

El rubio se enojó y prendió la televisión.

Estoy sola en el complejo con ellos, creo.

Creo que Wanda debe estar encerrada en su habitación.

No lo se, me odia. Estar con Wanda es lo mismo que estar sola la mayoría de las veces.

— Mami... ¿y Wanda? —preguntó Lia.

Suspiré.

Lee parece ser una gran fan de Wanda, me ha remplazado por la niñata.

¿Tu hija puede reemplazarte con otra?

No lo se, pero Lia lo hace... creo.

— No lo se, renacuaja. Debe de estar durmiendo o...

Antes de que terminará la oración ella ya había corrido al ascensor.

Observe a la hija de Steve y ella levantó sus hombros.

— Me parece que no te quiele más. —dijo ella y yo suspiré apoyándome en el espaldar del sillón.

La niña lo dijo y ningún niño miente.

Luego de un rato de esperar Lia entraba al living en los brazos de la castaña.

Fingui una pequeña sonrisa.

¡Que se ha robado a mi hija!

— Ouh, no lo se cariño... tal vez tu madre quiere estar contigo —Escuche decir a Wanda y eleve mi ceja.

Al menos es civilizada.

— No creo... ¿Mami tu quieres estar conmigo? —me pregunto Lia saltando a mi regazo.

Asentí pero luego hable.

— No me molesta que Wanda este con nosotras también —ugh, porque dije eso.

Wanda me dio una leve sonrisa fingida y Lee salto de me regazo para subirse al de Wanda.

— ¡Haremos una pijamada de chicas! —Exclamó ella y yo sonreí por compromiso y estoy segura que Wanda tambien.

En que me metí...

Luego de un rato de observar como Lee charlaba con Wanda fui s darme un baño y ordenar la habitación de Lia.

Supongo que querrá que durmamos ahí.

— Me quiero bañar. —habló decidida ella entrando a la habitación.

— Espera un momento Lee, tu habitación es un desastre... debes aprender a guardar tus juguetes cuando terminas de usarlos —murmure con la poca paciencia que tenía y ella asintió bajando su cabeza.

— Lo siento mami... —murmuro y me dio un abrazo.

Negué con la cabeza.

— No pasa nada... solo la próxima vez, se un poquito más ordenada.

Le dí una sonrisa y en cuanto termine fui a darle una ducha.

— Mila mami... espuma —exclamó y se puso en el pelo.

The heart of mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora