CAPÍTULO 5

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De entre dos edificios ubicados a la derecha surgió un drone, Owen pudo darse cuenta que era el mismo que había hecho que las acciones de sus captores se hubiesen visto arruinada. Los disparos de la suburban, ahora en la parte trasera de ellos, se dirigieron hacia el drone que fácilmente los evadió, primero elevándose varios metros desde su posición para luego acelerar mientras se desviaba hacia lu lado derecho con tal agilidad que ni un solo disparo logró golpearlo.

El sujeto de copiloto abrió la ventanilla y surgió por ella hasta su cintura, acomodando su cuerpo apenas para realizar un par de disparos que de inmediato tomó la atención de quien disparaba la mini gun, hecho que permitió al drone movilizarse hasta la parte frontal de ambos vehículos, se suponía debían girar en la siguiente calle y tomar la A4 por lo que este desprendió en la parte de abajo un pequeño proyectil, uno que pareció dirigirse contra el vehículo donde Owen permanecía solo que este dio un giro abrupto, desviándose hacia el lado izquierdo justo apenas unos centímetros antes de ser impactados. Owen solo escuchó un estallido, se había preocupado por mantener la parte del cuerpo de su hermana sobre sus piernas ante aquel movimiento que no observó lo que había pasado, pero era obvio que aquel proyectil había cumplido su cometido.

-Carl, ¿estás bien? -El copiloto se encontraba tratando de respirar en un proceso agitado que le causaba cierto temor a Owen, su mano derecha apretaba la parte alta de su pecho, justo en la clavícula izquierda.

-¡Demonios! -vociferó aquel a quien habían llamado Carl y quien había actuado desde un principio como la persona que extrajo el cuerpo de Sophia de entre el destrozado vehículo, su respiración comenzaba a regularizarse-. Estaré bien, no te preocupes.

-¡Es allí! -Apuntó el sujeto sobre el volante, la entrada principal estaba resguarda por dos guardias en una pequeña caseta de vigilancia, ambos se encontraban hacia los costados de la entrada y solo uno de ellos se adelantó con una de sus manos extendida hacia el frente en señal de detener el paso del vehículo.

-Si queremos acceder a todo lo que se supone prosigue, deberán dejar que me vean -mencionó Owen, el piloto lo volteó a ver mientras el sujeto al lado de este asintió ante aquello, era obvio que así debía de ser.

El vehículo se detuvo, uno de los guardias se acercó, su traje completamente blanco provocaba una ligera molestia en la vista de Owen que había tenido ciertos problemas con su vista desde que era pequeño.

-Sus identificaciones. -El guardia aguardó unos segundos en lo que la ventanilla trasera del vehículo bajó, el rostro de Owen se mostró molesto, sus ojos estaban irritados mientras unas pequeñas manchas rojizas se encontraban sobre su mejilla izquierda.

-Owen Copperfield -respondió, sus manos temblaban ligeramente mientras sostenía la cabeza fracturada de su hermana-, y mi presencia aquí no debería tener algún justificante y es mejor que anuncie un equipo de atención en la entrada de asistencia integral.

El guardia se asombró por lo que estaba viendo, el cráneo de aquella chica en los brazos de quien fuese el heredero del Centro Biomédico para el que trabajaba, lo hizo retroceder apenas un paso, no había podido darse cuenta, pero después sabría que aquella chica igual era la hija de quien fuese dueño y accionista de dicho centro. Su mirada pasó a su compañero, alzando uno de sus brazos en indicación de que se diera acceso inmediato.

-Disculpe, señor. -Aquellas palabras apenas fueron perceptibles dentro de aquel vehículo que ya había comenzado a avanzar de manera rápida, el rostro del sujeto a su lado lucía serio, parecía entender la razón del porqué lo necesitaban, el porqué resultaría ser una pieza clave para las acciones de la Corporación para la que trabajaba.

Al llegar al estacionamiento interno, un grupo de cinco personas vestidas de un azul muy claro le esperaban junto a un equipo biomédico de última generación. Los dos sujetos del frente del Hellcat salieron de este, sus armas las mantenían dentro de sus trajes de protección y sus manos en posición ante lo que pudiera surgir.

El legado: despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora