El legado: despertar

CAPÍTULO 15

PARQUE CENTRAL, UNIVERSIDAD ASTON

BIRMINGHAM, INGLATERRA

05:45 a. m. Diciembre 16, 2033

Los cuerpos de Daren y Rose surgieron inmediato a la salida de la primera mujer de aquel sitio en el que tanto los hermanos Farrow como el sujeto detrás de su protector de rostro habían arribado en un principio, este último se mostraba confundido y era muy notorio su desorientación respecto a la manera en la que su cuerpo había llegado hasta allí. Sus brazos se alargaron hasta posar sus manos sobre sus piernas, su espalda se curvó haciéndolo ver como alguien quien ha realizado un esfuerzo demandante que lo obliga a tomar un respiro antes de poder continuar, por un momento pareció vulnerable.

-¡¿Sabes siquiera lo que has hecho?! -Su amenazante postura regresó, sus brazos retornaron a una posición haciendo que sus manos produjeran decenas de líneas electrificadas que recorrían su brazo, su mirada se posaba directamente en Daren mientras esta reflejaba un estado de seriedad y de imponente actitud.

-Te acaba de salvar la vida, imbécil -mencionó Rose que se había movido apenas unos pasos de su lugar, a un costado de ella se encontraba un gran árbol que al parecer había crecido desde hacía mucho tiempo, colocó sus brazos al frente apenas separados de su abdomen, sus manos parecieron tocarse para después separarse en un movimiento deslizante, ambas en direcciones opuestas y entre ellas una corriente de energía fue liberada de manera constante.

-Es suficiente -interpuso Daren, sus palabras sonaron por demás relajadas, su rostro así lo denotaba aunque había algo más, una determinación la hacía ver, para los hermanos Farrow, de forma amenazante-. Tal vez hubieras podido derrotarla tú solo o tal vez hubieses muerto en el intento, pero puedo asegurar que incluso eso no lo tenías previsto y si lo que quieres es acabar con la WCU, morir antes de tiempo no es una opción ¿o sí?

-Y ustedes qué pueden saber sobre lo que quiero o no, hasta donde sé, ustedes podrían formar parte de ellos.

-Si así fuera, tú ya estarías muerto. -La actitud amenazante de Rose provocó una tensión aún mayor en aquel espacio iluminado por los primeros rayos de sol-. No estamos aquí por ello -agregó relajando su cuerpo, la corriente entre sus manos desapareció y sus brazos retornaron a su posición habitual-, debemos recuperar a un amigo antes de que todo se vaya al carajo.

La energía emanada de aquel sujeto cesó, sus brazos se relajaron mientras que la tonalidad azul en su protector de rostro parecía disminuir, su cabeza, bajo la protección de su sudadera, se inclinó en señal de comprender la situación.

-¿Eso en qué posición me deja a mí en esto? -Su voz seguía escuchándese ahogada.

-Es muy obvio -respondió Daren al mirarlo fijamente y desviar su mirada a quienes estaban con ella-, te necesitamos para acabar de una vez con todo esto.

Una respiración profunda se escuchó proveniente de detrás de aquella protección en el rostro del sujeto y de manera lenta levantó su rostro hasta quedar a nivel de los demás que se encontraban a su alrededor. Uno de sus brazos se elevó hasta alcanzar la protección de su sudadera y la retiró en un movimiento hacia atrás al igual que un gorro negro sobre su cabeza, su cabello ondulado apenas se movió al quedar libre. Su rostro lo hacía ver como alguien muy joven, algo que sorprendió a Rose al contrastar su actitud y destreza. Su mano derecha alcanzó la protección de su rostro, esta cubría desde el tabique de su nariz hasta su mandíbula inferior y era evidente que esta última había sido reemplazada por una prótesis de alguna aleación que Rose identificó de inmediato.

-Jeffrey, mi nombre es Jeffrey Alan -Su rostro mostró determinación y su mirada no encontró persona o lugar para posarse, en ese momento los recuerdos lo invadieron.