32

4.1K 303 47
                                    

Narra Joaquín.

- ¿Lautaro? Estaba durmiendo. - Contesté el teléfono saliendo de la habitación dónde estaba Giselle durmiendo.

- Mirá vos. No me interesa igual, es tarde. ¿Le dijiste?

- No...

- Ya pasaron mas de 2 días. ¿Qué esperás? ¿Que yo le diga?

- Lautaro, en serio. No quiero que te metás.

- Me corresponde totalmente, payaso.

- Te juro que intento decírselo. No pasa de hoy. En serio que intento.

- Así como tuviste huevos para hacer lo que hiciste tenelos para contarle. - Dijo Lautaro y me cortó la llamada sin esperar una respuesta de mi parte.

Ayer estuve toda la tarde con ella antes de que llegue Lionella y mis papás intentando decirle pero me consumía la cobardía y no lo lograba. Me rompió el corazón cuándo me dijo que quiere que seamos la misma familia que siempre fuimos.

Esta es la segunda vez que Lautaro me llama y me cansé de él y de todo. Está demasiado pesado con esta situación.

- ¿Amor? - Dijo Giselle saliendo de la habitación y me tomó por sorpresa.

- Buen día mi amor. - Me acerqué a darle un beso en la frente.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué te levantaste?

- Por nada, ¿volvemos a la cama? - Le dije cambiando de tema.

- Sí, andá. Voy a ver a Lio antes. - Me dijo y se fue hasta la habitación de Lionella bostezando. Entré a nuestra pieza y me senté en la cama. Yo sabía y sentía que no podía más con todo esto guardado.

- ¿Joa? ¿Todo bien? - Se acercó a mí y yo estaba tapándome la cara con ambas manos. Sentí su mano apoyarse en mi hombro. - ¿Tenés sueño? Vamos a dormir un ratito.

Levanté mi mirada hacia ella dejándome ver con lágrimas en los ojos.

Narra Giselle.

Cuándo me miró noté lágrimas en sus ojos y me preocupe muchísimo.

- ¿Qué pasa Joa? Por favor, decimelo. Desde que llegaste estás muy raro. Necesito saber que tenés mi amor.

Yo estaba parada en frente de él sentado en la cama y me abrazó por la cintura. Apoyó su cabeza en mi abdomen y escuché como sollozaba. Le acaricié el pelo y nos quedamos así hasta que él decidió volver a hablar.

Yo estaba realmente preocupada por él y por lo que le podía estar pasando. No tenía ni idea de las cosas con las que seguro estaba cargando y ahora conmigo se rompió.

- Por favor, contame Joa. Yo estoy acá para vos.

- Gigi... - Dijo por fin. - Sos el mejor ser humano del mundo, en serio.

- ¿Por qué me decís eso mi amor?

Joaquín se limpió las lágrimas y tragó saliva. Dio su último sollozo y fue cuándo dijo las palabras que me arruinaron la vida, o por lo menos la vida en ese momento.

- E-Estuve con otra, Giselle.

Esas palabras fueron como 10 apuñaladas al corazón. Sentí un nudo en mi garganta y me empezaron a dar ganas hasta de vomitar. No dije nada, permanecí en silencio pero las miles de cosas que me estaban pasando por dentro no se explicaban. Una parte de mi mundo se había caído.

- Decime algo... - Dijo.

Yo me alejé de él soltándolo del agarre que tenía a mi cintura. Mis lágrimas empezaron a caer por sí solas.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora