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Tenía el ceño fruncido mientras descansaba la cabeza entre sus brazos, las clases la habían agotado, quería que su padre se sintiera orgulloso de ella y no le importaba ser la nerd de toda la escuela con tal de lograrlo, más de un compañero(a) se había acercado a ella para invitarla a salir o ser su amiga, no era ingenua sabia que todo se debía a su mera apariencia y apellido, en cierto aspecto eso le agradaba, le gustaba, más bien siempre le había gustado ser el centro de atención.

Aunque temía que su hermanastro le arruinara la escuela, sus inicios no fueron los mejores, tanto el como su madre parecían congeniar en su contra. Pero ella era muy orgullosa y no se iba a dejar tan fácilmente, no cuando solo estaba recibiendo lo que por derecho le pertenecía.

—Hinata ¿Verdad? -levanto la mirada, aquel chico pertenecía a su clase, a simple distancia parecía ser un buen sujeto pero no era su tipo, miro a su alrededor, vio como miradas femeninas se posaban sobre ellos.

Genial

Para su mal, la escuela estaba llena de gente muy influyente, poderosa, engreída y cabezas huecas, si, varios de ellos de buen parecer, con dinero cualquiera podía parecer salido de una revista.

—Si ¿Qué pasa?

—Ah, perdona que te moleste, quería invitarte a salir, se que eres nueva y pensé que quizás te haga bien salir, este fin de semana habrá un concierto increíble en Central Park.

—No gracias.

—¿No? Pero...

—Lo siento, estaré ocupada. -se incorporo tomando su mochila, no podía evitar parecer indiferente.

—Quizás en otra ¿Ocasión?

—No, no creo bye.-levanto la mano despidiéndose mientras sonreía burlona, no podía evitar sentirse bien al rechazar a un chico, hacia engrandecer su ego, al avanzar su sonrisa se borro cuando a lo lejos vio a su hermanastro, iba acompañado de sus amigos, debía admitir que se veían bien juntos, parecían salidos de una revista, todos eran guapos y de cuerpo atlético. Aunque solo uno sobresalía entre todos.

 Aunque solo uno sobresalía entre todos

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El se ve mejor

El parecía no darse cuenta de ella por lo que continuo observándolo con intención sabia que estaba mal aun así lo hizo, de repente pensó si él seria capaz de humillarla en la escuela, quizás no se mordería la lengua para decir que ella había sido una pobretona, fruto de un amor prohibido fuera del matrimonio. Aun no lo hacía y no le tranquilizaba eso.

¿Por qué tenias que ser tu? 

—Ya volví, ¿Pasa algo amiga?

—Ah, no, no ¿Por qué lo dices? Estoy bien, ammm dime encontraste al profesor. -Tenten fue la primera chica con la que pudo congeniar, era bastante simple a diferencia de las demás chicas de la escuela parecía racional ya que no se pasaba hablando de sus novios y regalos caros.

—Si, me acepto el ensayo, gracias por cierto.

—¿Por qué?

—No te hagas, hablaste con el antes, ¡Huy! ¡Eres la mejor! Por eso te quiero, ya solo me falta que me ayudes con una cosa -Tenten sonrió coqueta mientras con su codo le daba unos leves empujoncitos. Hinata no entendía hasta que se dio cuenta, no pudo evitar su sorpresa al ver que señalaba a su hermanastro.

—¿Te gusta? -pregunto desconcertada más que asombrada.

—Uy y a quién no, ha cautivado a más de una. -esa respuesta no le gusto nada. —Solo debo esperar a que termine con su novia.

—¿Tiene novia?

—No por mucho, ven vamos por un refrigerio muero de hambre.

Durante el camino a casa no dejo de pensar en todo lo que Tenten le había platicado, Naruto era popular entre las mujeres no solo en su colegio tenia un largo historial de chicas con las que había salido, miro al lado suyo solo para encontrar el asiento vacío, Naruto hablo en serio cuando dijo que no quería ser relacionado con ella, que el tuviera el apellido de su madre definitivamente ayudaba, nadie pensaría que Naruto Uzumaki fuera hermano de Hinata Namikaze.

Mientras miraba por la ventana del auto comenzó a seguir con su dedo el trayecto que seguían las gotas de lluvia, ciertamente aun creía que estaba en un sueño, aun pensaba en su madre, no podía evitar pensar como hubiera sido si ella estuviera con vida, ciertamente su actitud cambio después de eso, muchas veces había imaginado una vida de ricos y anhelaba salir de compras, viajar por el mundo pero ahora que lo tenia no le veía sentido.

—Llegamos señorita. 

Mi vehemencia -PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora