Miro como la tierra lentamente cubría el ataúd, en medio de cantos y llantos despidió a su madre, ella tenia razón, los ángeles eran prestados después se tenían que devolver, beso otra rosa blanca para colocarla encima de la tierra, después de todo su madre pudo tener un entierro decente.
—Ven hija. -su llanto no dejaba de salir, no podía aceptar que su ángel le fuera arrebatado tan rápido.
—N-no es justo. -dijo entre lagrimas.
—Lo sé.
En las noches no hacia más que llorar, la extrañaba, se arrepentía de las veces en las que había discutido con ella. Durante las siguientes semanas no salía mas que para ir a la escuela e ignoraba las visitas, estaba viviendo en casa de Doña Kanna, su padre se había ido, tenia que hacer todos los tramites necesarios para llevársela con el, además debía informarle a su familia de ella.
Ella tenia hermanos, cuando se entero no estuvo contenta del todo, ahora el dolor por la perdida de su madre enfocaba toda su atención.
La verdad no quería irse del país, quería quedarse junto a su madre, pero no podía renegar del ultimo deseo de su progenitora, ella quería que estuviera a salvo y que tuviera un gran futuro, si se quedaba no lo tendría.
Te mereces algo más, no quiero que termines como yo.
—Mamá te extraño.-después de todo no era tan fuerte como decía, a las personas que nos les agradaba aprovechaban su situación para hacerla miserable, mientras otros lo usaban de pretexto para acercársele.
—Así que te vas en una semana. -se lograba escuchar un rastro de tristeza en su voz.
—Si -contesto afligida.
—Supongo que de lo nuestro mejor ni hablamos.
—Nunca hubo algo, lo- lo siento Kiba.
—No tienes porque, al menos tuve la esperanza de que pasara, como sea, quiero que sepas que si llegara a pasar algo, cualquier cosa yo estaré aquí para lo que necesites.
—Gracias, de verdad.
Después de las despedidas emprendió el viaje hacia el aeropuerto de la cuidad, estaba nerviosa jamás había viajado en avión, estaría en un país nuevo, sin conocer a nadie más que su padre, hasta ese momento se preocupo ¿Qué haría? daba gracias a las clases de ingles de la escuela, así como los curso extensos que le pago su padre.
Fue escoltada por una mujer, Anko Mitarashi la asistente de confianza de su padre. Después de varias horas de vuelo descendió del avión con el corazón agitado, el aterrizaje había sido demasiado, después de la revisión en el aeropuerto fue dirigida a un auto donde su padre la esperaba.
No pudo evitar querer ver todo a su alrededor mientras viajaban en el auto, era demasiado, la gente, los emblemáticos edificios, todo era como estar en una película, se asombro cuando llegaron a su destino, era la casa mas hermosa que jamás haya visto, muy enorme, ciertamente era una mansión con hermosos jardines.
—Wow
—Hemos llegado señor.
—Gracias Yamato, ven. -extendió su mano hacia ella, la tomo para salir del auto, sin soltarla Minato la dirigió al interior.
Era aun más hermosa en el interior, sonrió como una pequeña, soltando la mano de Minato para adelantarse, se acerco a los floreros que estaba en el recibidor, las flores estaban frescas y olían muy bien.
—Bienvenido señor, bienvenida señorita. -Hinata casi brinca del susto.
—Gracias Natsu, ven. -se dirigió a Hinata. —Natsu quiero presentarte a Hinata Namikaze, mi hija. -aquella mujer asintió mientras la saludaba de nuevo con cortesía. —Natsu ¿Dónde mi esposa y mis hijos?

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Mi vehemencia -PAUSADA
Fiksi RemajaLos personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto. Las imágenes no son mías créditos a sus respectivos creadores.