Lazo VII

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Advertencia: Este capítulo tiene escenas de violencia (en especial psicologica), si no es de tu gusto por favor no lo leas.


Basta, que se detenga, quiero tomar tu mano otra vez...

Cuando Seokjin sintió otra vez que el aire entraba a sus pulmones se encontraba sentado con su cintura amarrada en una silla dentro del oscuro y terrorífico cuarto, una pantalla enorme estaba frente con una imagen de dos niños en ella. Su respiración se entrecortó nuevamente, su pecho ardía, dolía, se sentía pesado, su pecho empezó a subir y bajar con rapidez, sus ojos se entrecerraron con angustia.  

—Madre —Sus palabras se ahogaron en un grito cuando unas manos que conocía muy bien sostuvieron su rostro sin dejar que se moviera —. Madre, lo siento, lo siento.

—Lo se bebé, lo se pequeña —Su estómago se revolvió cuando sintió un beso en su cabello y un sollozo se le escapó —. Se que lo sientes Junnie por eso es necesario, es necesario bebe, se que extrañas a tu hermanito pero el ya no está con nosotros, tienes que entenderlo por eso te muestro nuestros recuerdos.

—Seokjin... —Las manos soltaron su rostro, sus manos temblaron, el sudor empezó a recorrer su frente, abrió sus labios un poco, sentía que se estaba ahogando.

Su madre giro hasta estar frente a el con una sonrisa suave en su rostro, sonrisa que se sintió como cuchillos en su pecho porque una parte de el las recordaba, esas sonrisas felices y suaves que su madre les dedicaba de pequeños, pero que con el tiempo se empañaron con sentimientos que estaban mal.

No estaba bien, no estaba bien, necesitaba respirar.    

—Mira bebé, míranos tan felices —Su madre dio vueltas frente  a la pantalla mientras la sonrisa parecía iluminar su rostro de maneras que no debería, tomó el control en sus manos y le dio play al video, una dulce e infantil voz gritaba mamá —. Mi pequeña eras tan linda, ahora haz crecido bastante y ya no corres a mis brazos como lo hacías antes, yo que te quiero tanto.

—Madre, madre —Seokjin trago con fuerza, su garganta ardió y su estómago estaba entumecido —. Yo tambien te quiero, te quiero mucho, quiero dormir.

—Oh cariño, yo tambien te amo —Su madre volvió a acercarse esta vez por detrás y sostuvo su cabeza firmemente y lo enfoco en la pantalla —. Se que estas cansada pero sabes muy bien lo que les pasa a las niñas desobedientes.

—P-pero madre, tu misma dijiste que era hora de que saliera y estudiará afuera para hacer amigos —Su voz fue perdiendo fuerza mientras se veía de pequeño corriendo de la mano con su hermana.

No, no, él era Junnie, era ella, la niña de coletas y vestido azul, de la mano con su hermano muerto. Gimió asustado cuando esos pensamientos invadieron su mente con fuerza, sus oídos afectados por ruidos extraños, miles de cosas jugando con su mente al ritmo del sonido de flash de las cámaras en el video, la fiesta de cumplaños, las velas, el pastel, la risa de los niños. 

Seokjin 

Lágrimas dolorosas bajaron por sus mejillas pálidas. Seokjin, seokjin, seokjin, Seokjun.

—Asi es Junnie, es hora de ser todo una señorita de sociedad, hacer amigos y traer a casa pretendientes —Seokjin sentía un mal presentimiento con esas palabras —. Quiero ver a mi querida hija de la mano con un chico, me haría tan feliz ver que estas haciendo tu vida.

Su madre estaba teniendo un ataque en estos momentos, lo reconocio por que empezaba a llorar y a hablar rápidamente, esas eran las señales que su padre le había dicho significaban ataques  y que no debía provocar a su madre, ni desobedecerla, que era mejor quedarse callado. Seokjin no sabía muy bien que era un ataque, ni sabía lo mal que era eso, pero sí tenía claro que su madre le hacía daño en esos momentos, mordió su labio y cerró fuertemente sus ojos  temblando, tratando de controlar su respiración y dejar de llorar.

Lazos [KookJin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora