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Había estado ansioso durante toda la tarde esperando a que llegara la hora indicada, así que cuando vio que faltaba media hora para que salga, cogió aquella chaqueta negra con diamantes pequeños en los hombros para ponérselo.

Aquel polo blanco con las letras "GUCCI" en el centro le ceñia tan bien al igual que los pantalones de cuero que formaban de una manera espectacular su figura, puesto que marcaba bien sus muslos y remarcaba de una manera sexy sus glúteos. Definitivamente iba a buscar diversión junto a Taemin, ya había estado cansado de tanta presión durante todo este tiempo y aunque su mente le decía que mejor se quedara a estudiar por el error de la mañana, sus ansias y corazón le decían que salga a distraerse, puesto que ya era hora de romper ese parámetro.

Esparció un poco de brillito por sus párpados para luego coger el rubor y pasarlo por sus mejillas redonditas, haciéndolo ver tierno pero apetitoso. Tan versátil como siempre y por último aplicó gloss sobre sus esponjosos labios que deseaban dejar de ser vírgenes hoy.

Esperaba encontrar a una linda chica en medio del karaoke, contarse algunas cosas, brindar un poco y luego experimentar cosas nuevas, pues sus manos cosquilleaban por sostener una cintura más pequeña y poder proteger la felicidad de alguien más, sin embargo no había ninguna chica hasta el momento que había llamado su entera atención. En la universidad habían chicas simpáticas, algunas de ellas eran aplicadas, otras tan simplemente siendo ellas pero ninguna de aquellas señoritas hacía que su mente le diga: "Hey, Jimin. Ella es" y anhelaba hoy al menos conocer a alguien así.

No pedía mucho, solo a alguien que pueda ser sumamente cálida con un corazón dispuesto a compartirlo con el suyo para así formar algo bonito y llegar a complementarse. Él era bueno en números e Historia pero deseaba a alguien que sea sumamente buena en letras para así completar esa mitad e inclusive si no era así, tener a alguien que pinte, siempre había querido estar con una chica que ilustre para que así recrearan sobre un lienzo todo sus vivencias.

A veces soñar con ello era tan bonito.

De repente el claxón del auto resonó en sus oídos, sacándolo de la abstracción a la que había caído, teniendo en cuenta que su mejor amigo ya había llegado y era hora de partir.

Agarró el pequeño cartel que había hecho para ponerlo en su puerta y así cerrarla con llave. Se estaba escapando y era consciente de ello pero...¿qué podría salir mal? No perdía nada con sentir algo de adrenalina.

Bajó tan rápido como pudo las escaleras, escapando de Lotte que de seguro se encontraba en el jardín regando las plantas junto a Niki; su pequeño hermano, así que una vez cruzó la puerta grande, sintió un peso menos de encima y algo de remordimiento pero ya estaba hecho, así que corrió un poco hacía donde el auto negro para saludar a Taemin por la ventana.

—Oh, Jimin—dijo en tono coqueto, logrando sacarle una sonrisa al contrario —Cada día más guapo, ¿cómo es eso posible?—cuestionó en broma para quitar el pistillo de seguridad de la puerta de atrás, dándole acceso al rubio.

—Génetica, sumamente génetica—soltó a la ligera para tomar asiento.

—Pero lo tuyo ya sobrepasa límites— mencionó para acomodar sus lentes y mirar al pequeño por el retrovisor.

—Pff, aparte tu no te quedas atrás—alzó sus cejas con un tono coqueto.

Y es que el castaño traía una camisa negra con una abertura hasta más abajo de la clavícula, haciendo ver un poco su torso blanquecino junto a unos pantalones del mismo color y unos lentes transparentes que combinaban a la perfección con su outfit e inclusive había ondeado un poco su cabello, pues caía sobre su frente algunos rizos castaños.

❥Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora