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Shoganai; dígase de aquello que es inevitable, sin embargo, se termina aceptando, dejando que fluya como las aguas del lago. Sin sentir culpa sobre las cosas ocurridas.

¿Cómo terminó durmiendo en otra casa?

Es una larga historia, aunque para sus mentes fue repentino e impredecible.

El detonante fue la mancha en su camisa, luego de ello Jimin terminó en un lugar lleno de espejos, incienso y algunos muebles, en donde conoció a una pelirroja con una sonrisa encantadora.

La joven era alta, estilizada y con una buena figura, parecía encajar a la perfección con el estándar coreano a lo que el rubio se quedó sorprendido, tratando de procesar aquel panorama para luego recibir por parte de ella otra muda de ropa, pidiéndole disculpas por el acontecimiento con Yoon Gi.

Tanto Esmeralda como Jimin empezaron a hablar de cosas variadas a lo que el pelimenta desapareció del lugar para que luego de unos instantes aparecer con un morocho alto y de rulos. Se llamaba Kim Taehyung y al igual que Min, estudiaba en la misma universidad que él, solo que era un grado más superior.

La sonrisa del de rizos era demasiado contagiosa, aparte de tener una forma única y linda.

A la conversación se unió Taehyung, logrando sacar incontables risas a cada uno con sus ocurrencias.

Park nunca se habría imaginado que terminaría sintiéndose tan cómodo con personas con una personalidad distinta a él.

Había ido a Scrub para liberarse de la tensión y ya lo estaba logrando sin la necesidad de alcohol, solo riendo y dando comentarios inusuales que causaba gracia en ambos chicos.

Por otro lado teníamos la perspectiva de aquella peliroja que sentía como su corazón se iba desgastando poco a poco.

Ahora todo tenía más sentido. En verdad el de ojos caramelo tenía algo que te hacía pensar "debo cuidarlo y mantener su sonrisa".

Jungkook escogió bien, así que no tendría por qué competir contra aquel chico de mirada bonita y sonrisa delicada. Entendía a la perfección que las estrellas necesitaban de una noche y que ella nunca podría ser aquella luz que mantuviera bombeando los circuitos eléctricos del azabache como lo hacía el pequeño rubio que se hallaba imitando a algún personaje, a ver si podían adivinar de quién se trataba.

—¡Iron man!—exclamó el morocho a lo que Jimin asintió.

—Otro punto para Tae—mencionó con alegría a lo que Esmeralda soltaba un pesado suspiro.

—No soy buena en esto, creo que debo ver más series y películas—dijo con indignación falsa para luego levantarse de su asiento —¿Quisieran que les traiga algo?—cuestionó con amabilidad a lo que ambos chicos asistieron.

—Yo quiero un trago fuerte y algún bocadito dulce—pidió el de rizos.

—Muy bien, anotado, Kim—sonrió para luego dirigir su mirada en Jimin —¿Tú que querrás?

El rubio llevó su mano a su mentón para tratar de pensar.

No era un experto en tragos u otras cosas que se daban en bares, pero tampoco deseaba quedar como un tonto, así que tomando una mejor postura se acercó a Esmeralda.

—Un whisky estaría bien—la contraria elevó sus cejas con asombro.

—Uy, un trago fuerte también. Bueno ahora se los traigo, así que esperen—solicitó para luego desaparecer del lugar.

Taehyung se levantó para colocarse al lado del más bajito y acariciar aquellas hebras doradas a lo que Jimin lo miraba extrañado por la repentina acción.

❥Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora