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Pido empatía con los personajes, cabe recalcar que Park Jimin es un adolescente inestable que depende de su desenvolvimiento académico para sentirse bien y no cree que la gente que está a su alrededor en verdad lo estima porque tiene traumas mientras que con respecto a Jungkook lo verán en los siguientes capítulos.
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No es como si nunca les hubiera pasado, pero a veces tienen ese presentimiento de querer saber qué es lo que podría pasar si pudieran cambiar su pasado, bueno la cuestión es fácil. Todo ser humano alguna vez a querido retroceder el tiempo y cambiar algún detalle de su vida por el hecho de querer un mejor futuro, sin embargo, hay algo que es cuestionable.

Lo que vemos como presente se convierte en el pasado y lo que vemos como futuro se convierte en el presente, ¿entonces qué es el pasado? ¿Algo que se queda impregnado en nuestras mentes o solo una simulación del dolor acumulado?

Jimin en verdad no lo sabía pero de pronto despertó de aquella pesadilla para tratar de controlar su frecuencia respiratoria e ir por algo de agua, sin embargo cuando trató de salir de su habitación, cayó de narices, puesto que su pie se había enredado con la sábana, causando que la oscuridad otra vez nuble su mente, logrando que el dolor de cabeza aumentará más pero esta vez no era por el exceso de alcohol de hace un par de horas, sino por el miedo que estaba recorriendo sobre su cuerpo.

Y otra vez volvió a verse con 11 años.

Él allí encerrado en aquel armario de madera fina mientras tapaba sus oídos para no escuchar más los gritos de sus papás.

Odiaba esa sensación recorrer su cuerpo y la sensibilidad ganándole como siempre haciendo llorara sin querer, puesto que antes de reaccionar ya la lágrima traicionera caía por su mejilla, logrando que su madre solo lo mire como un ser "estresante" tal y como lo llamaba cada que podía, no directamente era claro, sino que se lo reclamaba a su padre, por no haber tenido la suficiente mano dura consigo y haber criado a un hijo que se deja guiar por la supuesta amabilidad de las personas, así que por ello la misma respuesta de aquel hombre que compartía su apellido era...

"Por ello, Lizzy, deberías criar a Niki como tuyo, así éste no sería un error como Jimin"

Las mismas palabras que envolvían aquella mentira sobre su infidelidad con la ex ama de casa.

Eso lograba que su corazón se haga añicos cada que podía, pero no odiaba a su hermano menor, no podía hacerlo si él era tan lindo, jovial y lleno de vida. Deseó desde el momento en que llegó a su casa que él debía ser feliz a pesar de todo, regalándole todo aquello que él no pudo tener, desde el amor de sus padres hasta la mínima pizca de libertad.

La soledad, inferioridad, falta de atención y amor se habían mezclado como un hermoso pastel dentro de su ser, haciendo que lo único que logrará hacer feliz a sus padres fueran sus calificaciones.

Se conformaba con aquella sonrisa mediana que le brindaban cada que veían un "excelente". Eso le bastaba para sentirse lleno y feliz.

Tal vez un "estoy orgulloso de ti, hijo" hubiera servido más, pero estaba bien que Niki lo obtuviera por él, ya que el rubio no lo necesitaba, estaba acostumbrado a ese ritmo pero el menor, no.

Quitó la sábana como pudo de su rostro, cayendo a la realidad para luego arrastrarse por el suelo hasta llegar a la puerta, donde trató de recobrar sus fuerzas para así, levantarse y abrir la puerta.

Definitivamente ésta sería una larga noche...

[...]

Nunca pensó llegar tarde a clases y mucho menos estar esperando en unas banquitas azules hasta que su llamada de atención terminara, sus pies los movía inquietantes de un lado a otro con ansiedad mientras que sus manos solo cogían las pitas de su mochila, pero de pronto sus ojos divisaron unos pequeño dibujos sobre aquella banca.

❥Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora