Capítulo 8 - Mientras tanto ellos...

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*Lean este capítulo hasta el final, hay info muy importante para la trama 🤯🤯*

Kara

07:00 AM

Pueblo de Floria

-Vamos, Aang, sígueme -dije, sintiéndome como una madre joven.

-Jay, ¿cuándo sale? -preguntó Aang, con su voz tan tierna y llena de preocupación.

No llevaba ni dos días de conocerlo y ya se había encariñado.

Jayden... es un chico, interesante.

-Las pruebas duran mucho, Aang. Probablemente no salga hasta la noche... si es que sale -respondí, tratando de mantener la calma. La verdad era que las pruebas podían ser letales, y Jayden no estaba precisamente en la mejor condición física para enfrentarlas, apenas podía correr.

-No confías mucho en él, ¿verdad? -Aang notó mi tono de duda.

-Le dije que no era una buena idea -admití, recordando nuestra discusión-. Pero no creo que me haya escuchado.

-Y tú creías que te iba a hacer caso. -dijo el pequeño, desafiandome.

-Jayden es genial -replicó con tal admiración, que solo un niño de su edad podría tener.

-Jayden no piensa -le dije diciendo las cosas como son -Sólo dices eso porque te salvó. Recuerda que yo los salvé a los dos de un árbol gigante -le recordé, con una sonrisa de satisfacción.

Estás peleando con un niño de doce años, Kara.

Decidí ignorar esa voz interna. Vamos, si le hiciera caso a todo lo que dice mi conciencia, mi vida sería muy aburrida.

Dejamos la discusión atrás y salimos del gremio. Nos esperaba un día largo, especialmente con los guardias buscándonos. Todavía me costaba creer cómo había llegado hasta aquí. Tenía todo calculado, hasta que Jayden apareció. No es un mal chico, pero hay algo en él que no me da buena espina. Es muy ignorante, y para alguien de la Colonia Central, eso es raro. Actúa sin pensar. Algún día se meterá en un problema grave y estará realmente jodido.

Aang me miraba con atención, probablemente notando mi expresión pensativa.

-Recuerdo que hablabas más, Karita -dijo, usando el apodo con el que solía molestarme cuando éramos más jóvenes.

-Eran otros tiempos, otra Kara -respondí, tratando de sonar despreocupada.

-¿Y cómo es la nueva Kara? No sabía que podías atravesar monstruos con las manos -comentó Aang, admirado.

-Pasaron muchas cosas, Aang -murmuré, perdida en mis pensamientos.

Conocía a sus padres, eran buenas personas. Los había conocido en una playa de mi colonia. En ese entonces, no sabía que Aang existía. Me ayudaron a ingresar al gremio. Sin su apoyo, no lo habría logrado. Fue una pena lo que les ocurrió. Normalmente, no tenían problemas para pasar de una colonia a otra, pero estos días todo está peor. Siento que Aria está mal encaminada. De hecho, los gobernadores iban a dar un discurso el día que partimos de la capital. Estaba allí por eso. Ahora que lo pienso, debería buscar cómo enterarme de lo que se habló en esa plaza.

-Kara, tengo hambre -dijo Aang, interrumpiendo mis pensamientos.

No tenía mucho dinero; había gastado casi todo en el hotel de la noche anterior. Pero una idea surgió en mi mente.

-Aang, ¿qué tan bien se te da actuar? -le pregunté.

-Una vez hice de árbol en una obra de la academia -respondió con orgullo.

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⏰ Última actualización: Jul 02 ⏰

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Aria: Una Aventura Entrelazada ✨🌌 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora